Migración en la globalización: ¿opción o necesidad?

Migración en la globalización: ¿opción o necesidad?

No hay la más mínima duda de que cualquier nación tiene el pleno derecho de regular, normar y controlar el flujo migratorio. Sin embargo, los mismos que comprenden que Estados Unidos no puede asumir la entrada de miles de inmigrantes sin el más elemental control, quieren mirar para otro lado cuando un país como RD tiene que establecer igualmente controles y regulaciones acordes con su realidad. En algunos casos la inmigración puede significar un agravamiento de la seguridad ciudadana, en otros, ejemplos de problemas sociales –la presión sobre el desempleo innato, los servicios de salud y educación, etc.-, en otros puede ser un riesgo de terrorismo y en otros un problema de soberanía e identidad.
No obstante, comoquiera que se ponga y se quiera analizar no puede ocultarse que si las naciones desarrolladas quieren neutralizar y revertir la presión inmigratoria no lo van a lograr por mecanismos de fuerza. Hay que atacar el problema en sus orígenes y estos se encuentran en la miseria, hambre, desesperanza en que viven cientos, si no miles de millones de individuos que contrastantemente son bombardeados por los medios de comunicación modernos con las visiones de opulencia en las sociedades desarrolladas. La avalancha de refugiados y desplazados han alcanzado los más altos niveles desde la Segunda Guerra Mundial catapultados por guerras, conflictos civiles, pobreza y condiciones climáticas. Un agravante adicional es que ahora los principales receptores son las naciones en desarrollo, un 86% de los refugiados del mundo, en tanto los ricos, que diez años atrás acogían el 30% de los refugiados, ahora reciben tan solo un 14%. Mayor presión para naciones pobres y, consecuentemente, más tendencia a seguir emigrando.
Hay quienes piensan que el problema haitiano es un problema de la RD como si en este país no se generan también flujos migratorios. Es un problema de la comunidad internacional que con gran cinismo mira para otro lado pero siempre dispuesta a criticar y exigir utilizando mecanismos “globales” que pretenden erigirse por encima de los preceptos legales y constitucionales internos. Tanto derecho tiene EE.UU. a regular la entrada de inmigrantes, sin arbitrariedades, como lo tiene cualquier otra nación incluyendo la RD. No es con fuerza que se resuelve el problema es con recursos para desencadenar una verdadera guerra contra la pobreza. En los años 80 Estados Unidos destinó unos 10 mil millones de dólares para las luchas internas en Centroamérica. Si esos recursos se destinaran ahora para generar desarrollo con empleo, combatiendo, por supuesto, a los corruptos y no protegiendo a algunos por intereses políticos, la presión migratoria disminuiría.
El Banco Mundial ha publicado estudios muy sólidos que demuestran como las consecuencias derivadas del cambio climático agravan la situación en naciones en desarrollo provocando desplazamientos internos masivos. Quienes migran internamente están ya dispuestos a emigrar hacia otras naciones. México y América Central están entre los más expuestos a las consecuencias del cambio climático. No miren para otro lado y atiendan el problema en sus raíces, la migración no es problema de opción para ellos es un problema de necesidad, y urgente.

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