Migración y aborto: dos modalidades de una misma distorsión

Migración y aborto: dos modalidades de una misma distorsión

La crisis de la migración haitiana ilegal y el manejo del tema del aborto son dos casos que ejemplifican el carácter hipócrita y retardatario del PLD y el actual gobierno, que están causando al país graves problemas internacionales.

En el caso de la migración haitiana, es obvio que nuestro país, con una altísima tasa de desempleo, no puede resistir el ingreso de grandes masas de haitianos que afectan gravemente los intereses de la clase trabajadora; así como la gran permisividad que hay en la concesión de residencia a otros extranjeros con mayor formación, que hacen lo mismo con las clases medias dominicanas; mientras centenares de miles de nuestros compatriotas que son desempleados y apenas sobreviven, se dedican a la prostitución, un subempleo o la delincuencia, cuando no marchan al exilio económico por la vías que puedan.

La sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional es una monstruosidad jurídica y humanitaria, porque pretende despojar de su nacionalidad a personas con hasta 85 años de haber nacido en esta tierra, sean o no de origen haitiano; y la ley 189-14 que pretendidamente la subsana, no han hecho más que agudizar la entrada ilegal de haitianos supuestamente para dar garantías para su regularización; mientras le JCE apenas ha restablecido sus derechos a unas cuantas decenas.

La Constitución del 2010 dice claramente, como es en todo el mundo, que gozan de la nacionalidad los que lo han sido en virtud de constituciones anteriores, incluyendo la del 1929, donde solo se exceptúa a los hijos de diplomáticos y los extranjeros en tránsito, no los inmigrantes indocumentados como la del 2010. Lo demás es pura hipocresía, mientras empleadores, militares, empleados de migración y el propio gobierno, se benefician de ese tráfico en perjuicio de los dominicanos.

En el caso del aborto, no hay poder en el mundo que pueda evitar esa práctica por parte de mujeres en peligro de muerte o malformaciones genéticas; o bien que son víctimas de violaciones o del incesto, con toda su carga de infortunios para toda una familia. Esto solo puede lograr que centenares de miles de estos abortos (hubo 200 mil en 2013) caigan víctimas de abortivos o procedimientos improvisados, cuando no de suicidios, o de persecuciones que recuerdan dos siglos de cacería de brujas.

Frente a estas afrentas que solo respalda la caverna criolla y los que los quieren manipular a las masas populares, así como el gobierno y sus paniaguados, quienes quieren lucir intenciones humanitarias que los reconcilien con los organismos de la sociedad civil y la opinión pública internacional, para lograr una imagen que les permita disfrutar del poder más allá del 2016.

La política migratoria, y sobretodo el aborto, son manifestaciones de la línea de hipocresía, distorsión y manipulación a la que ya nos tienen acostumbrados el PLD y sus gobiernos desde 1996.

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