MIGUEL AQUINO GARCIA – Carta de Trujillo

MIGUEL AQUINO GARCIA – Carta de Trujillo

Perdónenme esta segunda interrupción, pero es que desde la primera carta que les mandé el 12/3/02, son muchas las cosas que están pasando tanto en Ciudad Trujillo como en el resto del territorio nacional, y aunque yo desde este espacio sideral tiendo muchas veces a resignarme por lo difícil que sería tratar uno de «regresar de nuevo al otro lado», sucede que a Hitler, Pilatos y Atila les coje con «darme cuerda» con todo lo que está pasando por allá, y yo que no tengo paciencia cojo la cuerda seguido y me da con encojonarme.

Pues fíjense por ejemplo que yo creía que había convencido a Hitler de que yo había sido más malo y fuerte que él, si tenemos en cuenta que a mi me tocó gobernar una pequeña islita, mientras que él pudo desplazar su ejército por todo un continente, y yo terminé matando más gente que él por kilómetro cuadrado.

Pero como Hitler no aceptaba perder, llamamos al Dueño del espacio sideral para que sirviera de árbitro y nos dijera cuál de los dos había sido más malo, y este después de consultar con Juan Bosch que reside en la parte iluminada y angelical del espacio sideral, regresó a decirnos que según el profesor, una mente más maligna, poderosa y perversa que la mía no había vuelto a nacer.

Dijo que nada más había que acordarse del crimen a sangre fría de las hermanas Mirabal y las torturas y asesinatos de los héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Sin embargo, a este pendejo de Hitler no le gusta perder, y el otro día se puso a reírse a carcajadas de mi, diciendo que mientras yo estaba orgulloso de haber limpiado al país de haitianos, ahora son los haitianos que matan a los guardias dominicanos en la frontera, secuestran a inocentes civiles, se organizan en turbas y queman la bandera dominicana en los barrios del país, se quedan en el territorio cojiendo los trabajos de mis paisanos y hasta organizan marchas públicas para que les den papeles de nacionalidad dominicana, se roban el show en las fiestas patrias de carnavales, ocupan las camas de los hospitales públicos, y hasta ponen a circular pasquines amedrentando y amenazando a la gente en todo el país…le dije a Hitler que ya, que se callara la boca, le recordé que todavía me quedaba el recurso de la reencarnación, pero me dijo que me bajara de esa nube, que el Dueño del espacio sideral había dicho bien claro que esta era una jodienda eterna, que de aquí no salía nadie….

Yo les pedía a Pilatos y a Atila que me quitaran a Hitler de enfrente, que no respondía de mi si este pendejo seguía dándome cuerda. Pero eso si paisanos, quiero pedirles por favor que hagan algo carajo, que no me hagan quedar tan mal, no se dejen quitar el país como puros pendejos, ¿a dónde está ese tronco de ejército que yo les dejé? ¿qué ha pasado con el debido respeto a la bandera y demás símbolos de la nación? ¿y ese peso dominicano que vale menos que una papeleta de Lilís?. Aunque Juanito tiene razón, y yo merezco podrirme en este infierno por tantos crímenes, ni a ustedes ni a mi se les ocurrió nunca invadir a Haití para matar haitianos, son ellos los que nos invadían y mataban y de seguir la cosa por donde va, incluyendo «invasión pacífica» y matadera de guardias dominicanos, les aseguro que se van a acordar de mi cuando ya sea tarde…

Por vivir en los nuevos tiempos de democracia, no quiere eso decir que se deben dejar quitar el país como puros pendejos…dijo yo…¿o es que no ven como los «demócratas» americanos y puertorriqueños agarran por las nalgas a todo el que llega «mojado» en yola a Florida o a Puerto Rico, ya sean dominicanos o haitianos, y los devuelven seguidito para atrás, en menos de lo que canta un gallo?

Los americanos, franceses y canadienses quieren que seamos nosotros sólitos los que nos chupemos el tabaco de Haití, ellos todos quieren dizque ayudar a ese país pero «de lejitos», para evitar contagiarse con la haitianidad, el vudú y la malaria….por eso les escribo esta carta, a ver si despiertan y no se dejan cojer mas de pendejos, además de que ya no resisto que me sigan «dando cuerdas» en este infierno… hagan algo carajo, hagan algo…

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