CHICAGO (ESPNdeportes.com)-.El pasado 6, 7 y 8 de junio fue la primera vez en su historia que los Azulejos de Toronto visitaron a los Cachorros de Chicago en el famoso Wrigley Field. Como había de esperarse, la algarabía de muchos de nuestros jugadores, que nunca habían tenido la oportunidad de jugar en dicho terreno, se hizo notar de inmediato. Muchos de nosotros llegamos más temprano de lo previsto.

Al subir los últimos escalones del dogout podía verse a plenitud la majestuosidad y la belleza del terreno, los grandes edificios detrás de la instalación y las verdes hojas de hiedras en las paredes que cubrían los jardines, que daban un toque inigualable al estadio.

Durante toda nuestra estadía, inclusive en las prácticas de bateo, las graderías estuvieron repletas de fanáticos, quienes entre fuertes gritos y cervezas frías esperaban bajo el calor del sol por las pelotas que volaban de una forma impresionante al ser llevadas por el viento.

Josh Towers inició nuestro primer encuentro, en el que pudimos sobreponernos a los Cachorros con marcador de 6 por 4. Al día siguiente Gustavo Chacín se enfrentó a John Koronka, y otra vez pudimos obtener la victoria, esta vez por 4-1.

Nuestro ultimo partido fue el miércoles 8, cuando tuvimos un excelente duelo de picheo entre Roy Halladay y Sergio Mitre. Mitre nos mantuvo sin hits ni carreras hasta casi la séptima entrada y terminó obteniendo el triunfo con marcador de 2 por 0.

La experiencia de haber jugado en el Wrigley Field fue algo realmente inolvidable para muchos de mis compañeros que han pasado toda su carrera en la Liga Americana, como es el caso de nuestro Vernon Wells. El jardinero me comentó que durante toda su carrera siempre había escuchado las historias de los otros jugadores acerca del Wrigley Field, pero que nunca había tenido la oportunidad de jugar allí. En mi caso, me dejó una experiencia grata, y pude lograr mis salvados 10 y 11 de este año.

Gracias a Dios que tenemos los juegos interligas, pues por ellos, los jugadores tenemos la oportunidad de jugar en estadios donde siempre hemos querido estar, y los fanáticos tienen la oportunidad de ver equipos que nunca pensaron que podrían ver en sus ciudades.

«Es increíble cómo corre la pelota en este estadio», me comentó Frank Catallanoto, con sus ojos llenos de asombro y una perpleja sonrisa. «Cuando levantas la vista y tratas de ver la bola está ya por encima de tu cabeza»

A pesar de la fama del estadio y la gran ofensiva de ambos equipos, pudimos jugar una excelente serie de baja anotación; creo que eso deja mucho que decir sobre ambos equipos y nos enseñó a tomar en cuenta muchos factores sobre nuestro negocio. Uno de ellos y quizás el más importante es que no hay enemigos pequeños en este negocio, y no hay coliseo más grande que sus propios gladiadores.