MADRID (EFE).- El cantante Miguel Bosé, a punto de cumplir 50 años, aseguró al presentar su nueva gira de conciertos por España que con la edad es cada vez «más tolerante y más maniático».

 Tras finalizar su periplo por América, Bosé comenzará hoy en la mediterránea localidad de Elche (Alicante) una gira que le llevará por todo el país hasta el próximo día 29 de septiembre, cuando ofrezca el último concierto en la norteña ciudad de Bilbao.

 El cantante explicó que se siente «un poco» americano, y que tiene «muy claro que América me ha dado muchas cosas, como amigos, trabajo y cultura, porque para conocer plenamente tu propia cultura hay que conocer la americana».

Bosé, nacido en Panamá y afincado en Madrid, confesó que una gira como la que presentaba «es una paliza, pero es una forma de vivir», y que algunas personas, como él, «no pueden vivir» sin estos viajes por carretera.

Su último álbum titulado «Velvetina», que salió al mercado este año, «reúne un mundo sintético, dando un paso más en la electrónica».

El artista comentó que se ha tenido que «hacer unos arreglos sutiles, para que todo se acople bien, pero el sonido original del disco se ha respetado al máximo».

El repertorio de la gira mezcla canciones clásicas, como «Bandido», con otras nuevas y, según Bosé, «cada noche es un concierto diferente, porque ni el público es el mismo, ni yo tengo la misma disposición, lo que hace que cada escenario sea un mundo».

 En cuanto a la escenografía nunca había utilizado tantos vídeos y fotografías, con una gran pantalla «en la que se desarrolla todo», precisó.

 El artista anunció que en el concierto que se celebrará en Madrid habrá «alguna sorpresa», y explicó que en este recital donará un euro (1,2 dólares) de cada entrada a la Fundación Leucemia y Linfoma, «porque es bueno -dijo- echar una mano siempre que se pueda».

 Bosé acompañó a la colombiana Shakira en el concierto que ofreció el pasado domingo en Madrid para apoyar la candidatura olímpica de la ciudad, y declaró que la capital española «lo tiene todo», pero «sobre todo unos ciudadanos que quieren que su ciudad lo sea y eso es fundamental».

Tego Calderón y su sello Jiggiri Records firman con Atlantic

NUEVA YORK (AP).- Tego Calderón dio un paso que podría ampliar significativamente sus horizontes al firmar un acuerdo por el cual su sello Jiggiri Records recibirá el apoyo de Atlantic, una de las empresas discográficas más grandes.

 El nuevo material del músico puertorriqueño saldrá con el sello Jiggiri/Atlantic y será distribuido por Atlantic mundialmente, según se anunció el jueves.

“Es un paso muy grande para mí y para la música latinoamericana y me permite tener mayor exposición”, dijo Tego Calderón. “Me siento muy contento de que Atlantic me tenga tanta confianza», agregó.

 Mejor conocido como ‘El Abayarde’, Calderón logró convertirse en un fenómeno dentro del género reggeatón, un híbrido ritmo resultado de fusionar la salsa con la bomba puertorriqueña, los sonidos caribeños, el rap, el hip hop y el reggae en español, llevando su música en español a escucharse no solamente por todo Latinoamérica sino también en los Estados Unidos.

 Con el lanzamiento en el 2003 de su primer álbum «Abayarde», Calderón ingresó en la escena musical estadounidense con un álbum de rap hecho enteramente en español que le permitió ser nominado al Grammy en el 2003 para mejor álbum de Rap/Hip-Hop y a tener colaboraciones posteriores con raperos como 50 Cent, el ex líder de The Fugees Wycleff Jean, Usher y Fat Joe.

De misionero a cura rockero en busca de la paz

MADRID (EFE).- El padre Jony, como le conocen sus feligreses, es un sacerdote español que añade a su vocación pastoral la de rockero, lo que le ha llevado a grabar un disco con el que recaudará fondos para luchar contra las “maras” en Centroamérica.

“No entendería mi vida si no es con el compromiso hacia los demás”, asegura EFE el padre Jony, nombre artístico de Joan Enric Reverte, ordenado sacerdote en 1992 en Amposta, la misma localidad mediterránea en la que nació hace 37 años.

Reverte se considera una especie de “apóstol en una nueva generación de músicos solidarios”, ya que su vocación rockera ha estado siempre ligada al desarrollo de proyectos humanitarios en América Latina y África.

No en vano, fue primero misionero en Honduras y en Guinea Ecuatorial y, desde hace seis años, trata de compaginar su labor como sacerdote en tres parroquias de Cataluña con su afición a la canción.

 “No es fácil combinar estas dos facetas de mi vida, a veces mis feligreses no entienden que sea un cantante de rock y que me vista como tal”, señala Reverte, quien en la portada de su disco, titulado “Provocando la paz”, aparece con la melena larga rizada, vestido de cuero, con alzacuellos y aferrado a una guitarra eléctrica.

Tambi=n le resulta problemático buscar hueco para ejercer estos dos trabajos. “Duermo poco y trato de administrar el tiempo, es la única manera de atender a los dos frentes”, señala el cantante.

Los proyectos musicales del Padre Jony no son nuevos, ya como seminarista y a apunto de ordenarse sacerdote, cre— dos grupos con compañeros de estudios a los que llam— “Seminari Boys” y “Properly” y en los que tenía como lema: “vive la aventura, hazte cura”.

 “Provocando la paz” es, además del título del primer disco del cura rockero, el nombre de la fundaci—n que recaudará los fondos de la venta de su música y los destinará a combatir la delincuencia juvenil en Guatemala.

 Admirador de músicos tan dispares como Bob Marley, Metallica, Led Zeppelin, Los Ramones, o los irlandeses U2, de quien le interesan especialmente sus letras con contenido social, Reverte confiesa que en su primer álbum ha mezclado sonidos procedentes de todo el mundo.

  En sus temas, con títulos tan expresivos como “El príncipe de la paz”, “Globalizaci—n alternativa” o “La solidaridad”, mezcla el rock con ritmos y sonidos tan diferentes como el gregoriano, el “hip-hop”, los sones africanos o el gospel.

 Pero en ellos habla, sobre todo, de “experiencias que he tenido en la vida, sobre temas sociales, humanos y espirituales”.

 “Todo cabe en mi música”, agrega Reverte, quien confiesa que antes de ser sacerdote, disfrut— de todos los aspectos de la vida como cualquier joven y que sus amigos hacían apuestas para ver cuanto tiempo duraba como cura.

 Reverte asegura que, tras el lanzamiento en España del disco, realizará una gira por varios países europeos como Italia, Francia y Alemania, y a comienzos del pr—ximo año llevará su música y sus sermones musicales a Am=rica, ya que piensa actuar en Colombia, Uruguay y Chile.

  No sabe lo que opina el papa Benedicto XVI de su música, pero cree que, si algún día tiene oportunidad, le llevará su disco y está convencido de que le gustará, como a sus parroquianos.

  Y es que las letras del Padre Jony no dejan indiferente a nadie. En ellas se mezclan mensajes como “si somos hermanos, porqu= nos matamos” o “solidaridad, justicia y libertad”, con toques de “heavy-metal” y mezclados con el rezo del padre nuestro.

   Sabe que lo que está haciendo es como “una gota de agua en el oc=ano pero, sumada a otras, puede ayudar”.