Nueva York. Miguel Cabrera no tendría objeción si los Tigres de Detroit programaran más visitas para encuentros de interliga en Citi Field.

El fenómeno venezolano conectó siete hits en 13 turnos, bateando para .538 con dos jonrones y cinco carreras remolcadas en la barrida de tres partidos sobre los Mets de Nueva York.

Sus cuadrangulares contra Daisuke Matsusaka y Dillon Gee fueron los números 41 y 42 de la campaña, ubicándolo a cuatro del líder en todo Grandes Ligas, el primera base de los Orioles de Baltimore , Chris Davis (46).

‘El Tigre de Maracay’ va a un mejor ritmo ofensivo esta temporada que el que llevó el año pasado, cuando se convirtió en el primer pelotero en ganar la Triple Corona de bateo desde que fue logrado por Carl Yastrzemski de los Medias Rojas de Boston en 1967.

A las alturas del 25 de agosto del año pasado, Cabrera tenía un promedio de bateo de .324, con 32 cuadrangulares y 106 carreras remolcadas. Actualmente batea para .358, con 43 jonrones y 130 RBI, amplio líder en todas las categorías excepto en suma global de cuadrangulares.

Ningún jugador en la historia de Grandes Ligas ha ganado la Triple Corona en años consecutivos. Los Salón de la Fama Rogers Hornsby (1922 y 1925) y Ted Williams (1942 y 1947) lograron la hazaña en dos ocasiones, pero no en temporadas al hilo.

No obstante, el tercera base afirmó que no se permite a sí mismo prestarle atención al hecho que podría estar a un paso de lograr algo inédito.

«Si estoy pensando en ese tipo de cosas no se me va a hacer posible hacer mi trabajo en el terreno de juego», dijo firmemente Cabrera frente a su casillero en CitiField. «[Lo importante para mí] ha sido no vivir de lo que pasó, eso me ha ayudado mucho a que me concentre en el terreno de juego y poder hacer mi trabajo».

Cabrera agregó que su enfoque desde los entrenamientos primaverales ha sido mantenerse concentrado en la campaña actual de los Tigres de Detroit.

«Lo primero que hice este año fue tratar de poner la temporada del año pasado atrás y tratar de vivir el momento que estamos teniendo ahora», admitió el venezolano, que ganó la Triple Corona con promedio de .330, 44 HR y 139 RBI.

Fuera del impresionante número de cuadrangulares que sigue conectando Davis, Cabrera también tendrá el desafío de mantenerse en buena condición física durante un año en el que ha sufrido un gran número de lesiones, que incluyen lastimaduras al tobillo, a la rodilla y pantorrilla izquierda, lesiones al músculo de la ingle y al flexor de la cadera, además de un tirón abdominal.

«Durante toda mi carrera el mes de agosto siempre ha sido difícil. Siempre pienso que al pelotero se le hace difícil este mes por agotamiento físico y aparecen lesiones y tratas de cubrirlas», dijo Cabrera sobre los numerosos problemas físicos que lo han aquejado. «Nunca sabes cuándo van a pasar las lesiones y cuando uno está en el terreno de juego tiene que disfrutarlo y dar el máximo».

Las lesiones no han servido para disminuir en lo absoluto la fenomenal producción ofensiva de Cabrera, que en los 22 partidos que ha jugado en el mes de agosto ha bateado para .364, con 32 hits, 10 jonrones y 29 carreras remolcadas.

En cuanto a la consideración de descanso de cara a lo que podría ser una extenuante postemporada con miras a otra clasificación a la Serie Mundial, Cabrera dijo que lo importante será primero extender la ventaja al tope divisional.

«Esperemos que podamos agarrar una buena ventaja y eso será decisión del manager y del gerente, si tenemos una buena ventaja, entonces tratar de descansar para tener un buen ritmo en los playoffs, si Dios quiere y clasificamos», concluyó.

Los Tigres actualmente cuentan con una ventaja de seis juegos como líderes de la División Central de la Liga Americana, pero regresarán a Comerica Park a disputar dos complicadas series, cuatro partidos contra los Atléticos de Oakland y tres precisamente contra sus rivales divisionales más cercanos, los Indios de Cleveland.