FERNANDO REYES CASTRO
Para dirigir los destinos de un país no solo basta la capacidad gerencial, la eficiencia, el alto sentido de responsabilidad y las buenas intenciones de la persona que gobierna o aspira a gobernar. Es necesario tener un norte claro, un proyecto de Nación definido y un equipo de personas organizadas que actúen con coherencia, en capacidad y disposición de llevar ese proyecto a buen término.

De cara a las próximas elecciones generales, se presenta un candidato presidencial al que mercadean, a pesar de que las evidencias muestran lo contrario, como «un gerente», «un hombre que resuelve». Sin embargo, sus estrategas hacen hasta lo imposible para que no lo identifiquen con el PRD, partido en el que milita y del que fue candidato a síndico, y Secretario de Estado de Obras Públicas por cuatro años (todo el período de gobierno pasado). El ingeniero Miguel Vargas Maldonado ha presentado su proyecto MVP (Miguel Vargas Presidente) independiente del PRD, como si se tratara de un proyecto de gobierno nuevo.

Sin embargo, no cabe la menor duda de que el equipo con el que cuenta el candidato presidencial Miguel Vargas Maldonado, para eventualmente desarrollar una gestión de gobierno, es el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), una entidad que desde hace ya mucho años dejó de ser un partido político para convertirse en una «confederación de grupos», en la que ejerce su hegemonía el PPH con el agrónomo Hipólito Mejía Domínguez a la cabeza, con intereses personales muy particulares que nada tienen que ver con el interés general del pueblo dominicano.

Es el mismo equipo de gobierno que ha dirigido los destinos de nuestro país en tres oportunidades.

Ahora esta confederación de grupos, escondiendo el jacho prendío y todos los símbolos que identifican al otrora glorioso PRD, y en un esfuerzo por ocultar el verdadero rostro del candidato, presentan al pueblo dominicano el proyecto Miguel Vargas Presidente (MVP) bajo el lema «Miguel es empleo», pretendiendo olvidar que sus gestiones de gobierno se han caracterizado por fomentar el desempleo y por provocar las más altas tasas de desocupación que ha tenido el país en los últimos treinta años.

Basta tan solo una ojeada a las estadísticas del mercado de trabajo dominicano para ver que en el año 1978 cuando el PRD asumió el poder, 17 de cada 100 dominicanos y dominicanas no tenían empleo, y que al finalizar ese período de gobierno en 1982, más de 23 de cada 100 hombres y mujeres de nuestro pueblo estaban desocupados. Que al finalizar el siguiente período de gobierno en 1986 el equipo del MVP, había elevado la tasa de desempleo a 25 de cada 100. En estos ocho años de gobierno del equipo de Miguel, del 1978 al 1986, el nivel de desempleo se incrementó en un 51%. Pero eso no es todo, cuando el equipo que presenta ahora «Miguel es empleo» retomó el poder el año 2000, encontró una tasa de desempleo de 13.9% (14 de cada 100 personas en edad de trabajar en nuestro país no tenían empleo) y al ser desalojado del Palacio Nacional en el año 2004, dejaron un nivel de desempleo de 19.7%, es decir, 20 de cada 100 padres y madres de familias dominicanas no tenían un puesto de trabajo. Es decir, que en el período de gobierno del 2000 al 2004 el nivel de desempleo aumentó en un 42%.

Si acumulamos los datos estadísticos de las tres últimas gestiones de gobierno del Partido Revolucionario Dominicano, llegaremos a la conclusión de que este equipo de gobierno ha provocado que más de un millón de personas perdieran su empleo. De éstos, más de 700 mil dominicanos y dominicanas los perdieron hace poco tiempo, en el período 2000-2004. Más empleo es una promesa que, como vemos, el PRD no ha sabido nunca cómo cumplir. Deben tener presente que el pueblo dominicano tiene buena memoria y conoce al «…bacalao aunque venga disfrasao».