La propuesta del arquitecto Miguel Fiallo Calderón, rector de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), tiene lógica y es tema de análisis y debate en el ámbito educativo: Que el Estado dominicano fomente e impulse las escuelas de graduados de las universidades dominicanas para formar una parte importante de maestros y doctores en nuestro país.

Siempre habrá que becar profesionales en el extranjero, en una que otra área específica que el país demande, comentó Fiallo Calderón.

Creo firmemente que llegó el momento de reflexionar sobre las oportunidades que se le deben brindar a nuestros profesionales para hacerles atractivo el hecho de terminar su formación en el país.

Sin embargo, el rector de la UNPHU explica que no tiene objeción a que las autoridades del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología otorguen becas para carreras específicas que el país todavía no tiene, tales como: Aeronáutica, Minas, Nanotecnología, entre otras.

Quiero que quede claro que no estoy en desacuerdo con el proyecto de fomento que el Estado dominicano ha venido otorgando al estudio de las maestrías y doctorados en el extranjero a través de becas otorgadas por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Entiende que esa iniciativa ha creado una masa crítica importante de maestrantes, imprescindibles para el desarrollo del país.

El rector universitario adelantó que, de hecho, la ministra de Educación Superior, doña Ligia Amado Melo, ya nos ofreció verbalmente su apoyo con un grupo de medias becas para profesores de otras instituciones. Los nuestros serán becados por nuestra Fundación.

Programas de maestrías. Unificar los postgrados en nuestro país implicaría, según plantea el rector de la UNPHU, el ahorro de miles de dólares que cada año invierte el Gobierno a través de becas que otorga el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología enviando a estudiantes a universidades de los Estados Unidos y Europa a cursar programas de maestrías y doctorados.

Cada beneficiario de esta beca la ve con beneplácito, pues es una oportunidad a la cual probablemente no tendría acceso si no fuera por el apoyo del Estado, ya que se trata de una inversión que en dos años ronda los cuarenta mil dólares por estudiante, incluyendo matrícula y estadía.

El arquitecto Fiallo Calderón refiere que los estudios de maestrías son en cualquier parte del mundo una estructura hecha para graduados, personas que en su mayoría trabajan, por lo que la carga académica es distribuida en horarios que permiten a estas personas trabajar al mismo tiempo, asistir a las clases y cumplir con las lecturas, investigaciones y trabajos asignados.

De modo que, según el rector de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, los costos más significativos de un estudiante en el extranjero son los de habitación, alimentación y transporte.

Incluye, además, todo aquello que supone el hecho de vivir en un entorno en el cual tiene que satisfacer todas sus necesidades vitales. El costo de la matrícula es apenas un 25 por ciento del gasto total.

En definitiva, Fiallo Calderón entiende que, viéndolo de forma simple pudiésemos becar a cuatro estudiantes aquí, por cada uno que becamos fuera, asumiendo que el costo de la matrícula fuese el mismo.

La otra cara de la moneda. El rector de la UNPHU introduce otro elemento en la propuesta: Un porcentaje significativamente alto de los maestrantes y doctorandos que estudian becados en universidades extranjeras se quedan en el país donde realizan sus estudios.

Para ese país que no invirtió en la educación básica y universitaria del becario es una gran adquisición ese recurso que normalmente tiene una gran capacidad, pues nuestras universidades, todas ellas, tienen una carga académica muy por encima de las extranjeras promedio, donde la especialización permite graduar con 160 créditos a un licenciado; en las nuestras los créditos para licenciatura rondan entre los 230 y hasta 240 créditos.

Las universidades participantes formarían consorcios para fortalecer el desarrollo de programas de maestrías y doctorados con la participación de universidades extranjeras que tengan experiencia y prestigio mundial, para traer los programas que estas universidades brindan y los profesores que las imparten, con una supervisión de gestión y seguimiento por parte del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Esto sin dudas capacitaría cuatro veces más profesionales en importantes programas que beneficiarían no solo al estudiante, sino al país.

De esa forma, muchos profesionales que tienen familia y empleos no pueden salir al exterior, pero sí podrían estudiar cómodamente en el país.

Cada vez que un profesional aprende o adquiere una herramienta que no tenía, la aplica de inmediato en su trabajo, impactando positivamente su quehacer y su entorno, y no espera regresar para ello.

Educación superior. Estamos en un momento crucial de nuestra vida republicana en el que la sociedad civil ha exigido e impuesto un 4 por ciento del PIB para la educación entendiendo que ésta es la base del desarrollo de los pueblos, pero no debemos perder de vista la educación superior.

La UNPHU, la primera Universidad privada de la ciudad de Santo Domingo y que ha aportado cerca de 30 mil egresados de una indiscutible calidad académica, está lista para a partir del apoyo solicitado implementar inmediatamente con la Universidad de Sevilla unos doctorados en Educación, área en que la UNPHU ha sido pionera desde su creación, que contribuirían notablemente con los esfuerzos que el país demanda, doctorando profesores de todas las universidades nacionales que lo soliciten.

De acogerse la propuesta del rector de la UNPHU, las universidades locales se fortalecerían en lo económico, en lo académico e investigativo, pues toda escuela de graduados es un laboratorio de investigación del contexto nacional e internacional, con lo que se estarían realizando estudios que de seguro servirían para acciones, planes y proyectos de la agenda nacional.

Sugiere, además, que este plan, asumido como parte de un proyecto político de nación, nos convertirá en un mediano plazo en una opción no solo para nacionales, sino para extranjeros atraídos por un nivel académico competitivo. Aprovechemos la ocasión y trabajemos en la educación de manera integral, con la seguridad de que en unos años podremos tener un mejor país.

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