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WASHINGTON (AFP).- El ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, prometió el martes sacar a la OEA de la «irrelevancia», defender el multilateralismo y dar cabida a las pequeñas economías de las Américas si es electo como secretario general de la organización.
En un discurso ante el Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Insulza afirmó que ésta necesita «asumir mayores responsabilidades» y ejercer un liderazgo «sin exclusiones, que represente los equilibrios políticos y geográficos del hemisferio».
La carrera por dirigir el foro interamericano, que enfrenta a Insulza, al canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, y al ex presidente salvadoreño Francisco Flores, tiene aún un desenlace incierto en el cual será clave el voto de los países caribeños, 14 de los 34 miembros.
«Queremos una OEA más eficiente, transparente y participativa, donde estén debidamente recogidas las prioridades y sensibilidades de todos», sostuvo Insulza, que cuenta ya con el apoyo de varios países sudamericanos, pero no el de Bolivia, que reclama históricamente a Santiago una salida al mar, ni el de Estados Unidos, que apoya a El Salvador.
La embajadora boliviana ante la OEA, María Tamayo, volvió a repetir el reclamo de su país ante Insulza.
«La falta de solución del problema marítimo de Bolivia impide el verdadero desarrollo de la región», afirmó Tamayo, que llamó una vez más a Chile a «iniciar negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión libre y soberana al Océano Pacífico».
Ambas naciones sudamericanas carecen de relaciones diplomáticas desde marzo de 1978, cuando fracasó un nuevo intento de Bolivia por acceder, a través de una negociación, a una salida marítima libre y soberana, perdida a manos de Chile tras una guerra en 1879.
Sin mencionar a Estados Unidos -al cual Chile negó su apoyo para la guerra en Irak en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- Insulza indicó asimismo que «la OEA tiene la responsabilidad de proyectar la perspectiva interamericana para que el multilateralismo sea realmente integrado, eficaz y legítimo».
El embajador estadounidense, John Maisto, insistió no obstante en que el apoyo de su país a El Salvador -único país latinoamericano que mantiene tropas en Irak- no socava «los fuertes lazos de amistad y respeto que Estados Unidos tiene por Chile».
Insulza estimó que la OEA debe esforzarse por solucionar «los problemas reales de la gente». «De lo contrario seguiremos yendo de crisis en crisis, sin atacar las amenazas de fondo y manteniendo las debilidades estructurales que nos hacen vulnerables al populismo, al autoritarismo y a la indiferencia ciudadana», pronosticó.
El anterior secretario general de la OEA, el costarricense Miguel Angel Rodríguez, renunció al cargo en octubre pasado, tras apenas un mes al frente de la organización, luego de ser acusado de corrupción en su país.
Según fuentes de la OEA, Insulza cuenta al menos con siete votos (Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Surinam, Ecuador y Uruguay), al igual que Derbez (México, Belize, Paraguay, Canadá, Bolivia, San Vicente y Granadinas y Santa Lucía) y Flores (El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Estados Unidos, Colombia y República Dominicana).
