Quid Pro Quo es un término legal que en latín significa «te doy esto a cambio de».

La nueva administración que será elegida próximamente tiene una obligación de materializar cambios reales, después de recibir la confianza del voto ciudadano.

Estos son los 20 mandamientos ¡para que el próximo gobierno sea todo un éxito!:

1.- No gastar como le plazca, y como se le antoje, los fondos públicos. No usar jamás los recursos del Estado para beneficio personal y del partido. Se debe hacer un esfuerzo para que los fiscales pongan en movimiento la acción pública y mantengan las acusaciones contra los depredadores del erario, logrando penas ejemplares.

2. El próximo gobernante y sus funcionarios no deben viajar al exterior con allegados y pulpos, cuando y donde quieran, sin importar si el país se beneficiará de esos periplos.

3. No rodearse de un círculo, impermeable y vicios, de amigotes y buscadores de prebendas, y no sobornar a correligionarios y allegados a base de concesiones monopólicas, prácticamente mercantilistas, y clientelistas.

4. No designar a payasos y objetables en el cuerpo diplomático, y que jamás se te ocurra enviar a embajadas y consulados a personas de escasa cultura y reputación. ¡La vergüenza está por sobre todas las cosas, por favor!

5. Limitar las cancelaciones masivas en la nómina pública de aquellos que trabajan eficientemente y conservar a los mejores expertos y técnicos que alivian la curva de aprendizaje en una nueva administración. Promover y respetar el Servicio Civil y Carrera Administrativa, lo mismo que el servicio diplomático de carrera.

6. utilizar a la sociedad civil y procurar la ayuda de la población en general para poner a raya, con manifestaciones frente al Palacio del Congreso, a los legisladores corruptos. Se sabe que lo que allí funciona es una especie de mercado público, donde todo se compra y se vende. Términos como «no hay vida», cuando se engaveta un proyecto, sin importar lo beneficioso que sea para el país, es lo que más se escucha, de modo que si no aparece «el hombre del maletín con la comida» para agilizar el trámite del proyecto rompiendo el nudo gordiano del Congreso Nacional; arengar al pueblo para que salga a la rotonda a defender sus derechos.

7. Dejar de lado los rencores históricos con el hermano pueblo haitiano, además de enmendar la discriminatoria ley de inmigración trujillista. Los haitianos no emiten radiaciones, portémonos como hermanos, no como extranjeros «blancos y rubios», frente a nuestros vecinos. Cuanto más mejore su situación menos probabilidad habrá de que emigren.

8. Impulsar y lograr una reforma constitucional que elimine, de una vez por todas, el cáncer de la reelección, enmienda de la que surja el plebiscito como recurso del pueblo para convocar a la constituyente que permita aniquilar el autocrático artículo 55, recortar el largo y tedioso proceso de transición, entre mayo y agosto, además de reducir a dos años el período de vigencia del mandato de los legisladores y eliminar los días de fiestas innecesarios.

9. No permitir la canibalización de los parques nacionales evitando así su venta por migajas a aventureros extranjeros, además de no permitir que nuestra paradisíaca isla sea violada por piratas disfrazados de inversionistas. Así se evitaría, además, de que la usen como zafacón par sustancias tóxicas.

10. No designar a canutos, burócratas y buscaprebendas a representar el país en mesas de negociaciones sobre asuntos de alto interés nacional. Tenemos casos muy sonoros de individuos con impresionantes credenciales que han colocado la República Dominicana en la peor situación. Ejemplos recientes son la venta y recompra de las Edes, mal acuerdo de Madrid, inoportuno y desafortunado paquete fiscal, además de la dormida en el timón en la Superintendencia de Bancos y antigua gerencia del Banco Central.

11. No proteger a corruptos y usurpadores de poder, y menos a objetados por potencias extranjeras. No podemos ser más ingenuos, ineptos, irresponsables, irascibles, irrespetuosos, incompetentes, además de ambivalentes, mentirosos, deshonestos y prevaricadores. Hay que despedir a los funcionarios inmediatamente comentan falta o cuando muestren ineptitud y negligencia.

12. No designar a familiares ni íntimos amigos o financiadores de campaña en puestos públicos. Esos puestos deben ser ocupados por hombres capaces, honestos y cultos, ¡sin importar su filiación política!

13. No aceptar regalos de traficantes de influencias, ni viajes gratis en jets privados, ni trajes de hasta US$10 mil, en tela de hilo de oro o polvo de diamantes, ni relojes Rolex de oro de hasta US$15 mil y otros lujos de Pasha. Un Presidente no se debe, jamás, dejar embaucar en el boato y las fiestas lujosas.

14. No defender y devolver las malas inversiones de los más pudientes en los bancos quebrados por la vacía promesa de un futuro apoyo político haciendo que los pobres paguen la factura por el descontrolado consumo de los malos ricos, ¡adictos a la gastadera, los jets privados, las lanchas de lujo y los helicópteros! Esa fantochería debe ser respondida con la devolución de todo lo robado por esos corruptos y vendiendo los activos que quedan en pública subasta.

15. Vender de la manera más transparente, de una vez por todas, las Edes y todo el aparato generador de electricidad, y montar un efectivo sistema de regulación que haga posible la desaparición de los apagones. Subastar públicamente, además, los activos turísticos no productivos para pagar la deuda cuasi-fiscal del Banco Central.

16. Mandar a embajadas lo más alejadas posibles al grupo de dinosaurios de elevado rechazo alrededor del próximo presidente de la República, sean mujeres u hombres, y no nombrarlos ¡por favor! en puestos de alto nivel.

17. Establecer medidas efectivas y transparentes para controlar los gastos en las dependencias oficiales, de modo que las compras se hagan mediante concursos, además de eliminar secretarías y departamentos innecesarios. El grado a grado, que es un cáncer que ha hecho metástasis en el adolorido cuerpo de la República Dominicana, debe ser enfrentado con energía. Se debe invertir más en salud, educación, en la protección y alimentación de los niños y ancianos, del medio ambiente y la cultura.

18. Permitir la apertura de cuentas de cheques en dólares en los bancos dominicanos y minimizar el encaje legal de tales ventas, o mejor aún, dejarse de pendejadas y poner a circular el dólar, eliminando de inmediato los inorgánicos, los intereses leoninos que solo enriquecen a los banqueros y la monopolista mafia cambista.

19. Invertir en una verdadera promoción turística en el exterior que mejore la imagen del país, poniendo al frente de esa importante cartera a un reconocido y brillante experto nacional o extranjero, que sea apolítico.

20. Eficientizar el cobro de los impuestos mediante la unificación de la administración tributaria que incremente substancialmente sus recursos humanos con jóvenes profesionales bien remunerados, aplicando penas, como en otros países, de cierre temporal de negocios por evasión fiscal, pero haciendo de los gravámenes al consumo su aplicación más generalizada disminuyendo esta pesada carga a los contribuyentes.

¿Habrá alguna posibilidad de que estos mandamientos sean aplicados por el nuevo gobierno y se modifique el modus operandi clientelista y populista?