Miguel Vargas: crecer o medrar

Miguel Vargas: crecer o medrar

Ubi Rivas.

Nueva vez debo referirme a la disyuntiva que define el vibrar político de hoy concerniente a Miguel Vargas, presidente del PRD, el tercer partido político con fuerza electoral disponible con aproximados 400 mil votos, que lo coloca en las opciones de crecer, conforme a la dinámica de una agrupación política para alcanzar el poder, o simplemente diseñar, medrar.
El primer flanco nodal en una agrupación política es trazar una plataforma para alcanzar el poder, pero un segundo consiste en imponer la disciplina, esa instancia meridiana que enseñó a sus acólitos el ex presidente Juan Bosch, que en el PRD es obvio no se ejerce, contrario en el PLD, uno de los factores a considerar por el cual el primero tiene un máster de abajismo de 20 años, mientras el PLD ese mismo tiempo en el poder.
En el PLD hay, evidente, recias confrontaciones internas con miras a la cita electoral 2020, empero, nunca los dos líderes se cuestionan, sino que cada uno ejerce sus funciones, uno tratando de alcanzar el poder por cuarta vez, y el otro tres.
En el PRD ocurre lo contrario, cuando observamos que el día tres de este mes, un dirigente medio del PRD que es Guido Gómez Mazara, increpa al presidente del PRD de arbitrar una nómina mensual de RD$2l millones para comprar adherencias y servilismos, censurando “la carencia de personas con plena conciencia del pasado para leer con más inteligencia lo urgente de actuar con sensatez y sentido de racionalidad”.
Ese mismo día, otro dirigente del PRD, Tony Peña Guaba, fustigaba la postura del PRD con relación a primarias cerradas, que postula el presiente Danilo Medina para desbancar a Leonel Fernández, cuando en ambos casos, debieron tratarse a lo interno del PRD, demostración de un liderazgo menguando e indisciplinado de Miguel Vargas.

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