El l4 del presente mes, el tres veces y casi seguro cuatro presidente Leonel Fernández, expresó que el sector externo decidirá el sambódromo 2020, y en esa coyuntura, la figura pública de Miguel Vargas, presidente del PRD, resulta clave.
La concepción del expresidente Fernández convida a dos lecturas, la primera es que no obstante el PLD ejercer el poder por 20 años al 2020, identifica que solo no puede inclinar el certamen electoral 2020, y la segunda, demuestra percibir la honda y grave falencia y desencanto social que revolotea sobre la parcela morada.
El presidente del PRD, ingeniero Miguel Vargas, actual canciller de la República, ha expresado en varias ocasiones recientes que el partido blanco acudirá solo a la cita cívica 2020, mostrándose activo cada semana, juramentando deserciones de las aceras de enfrente, labor de reclutamientos de artífices en conseguir crecer la membrecía perredeísta.
En los comicios de 20l6, el PRD obtuvo más de 300 mil votos, que han crecido exponencialmente de allá hacia acá, de los cuales ni el PRM ni el PLD pueden prescindir, en caso de un amarre final dispuesto por Vargas, variando su rol, de candidato a bisagra.
Si la gestión de reclutamiento resulta ampliada por los activistas de Vargas, la composición electoral podría presentar una alternativa diferente al esquema que se vende y acontece hoy, y esa decisión la adoptaría Vargas de conocer por sondeos provinciales de las bases, que el resultado lo posibilita participar solo en 2020.
Miguel Vargas es el único líder de los tres partidos importantes, ventaja que difiere del PLD y PRM, donde hay dos, que no logran entenderse, aunque en el primero esa posibilidad se concretizará, no en el otro, que decidirá 2020.