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El cubano de 41 años Mijaín López derrotó al chileno Yasmani Acosta Fernández por 6-0 en la final de 130 kilogramos en los Juegos Olímpicos de París el martes para ganar su quinta medalla de oro consecutiva en lucha grecorromana.
Es el primer atleta olímpico en ganar oro en la misma prueba en cinco Juegos consecutivos, y el primer luchador en ganar cinco medallas de oro.
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«Lo que es grande es la alegría», dijo López a través de un traductor. «Era un resultado que anhelaba, pero también para todo el mundo y mi país. Estoy muy feliz de llegar a la élite olímpica. La recompensa de toda una vida de trabajo duro con la ayuda de todos y mi familia. Es mi mayor victoria».
Tras el combate, López colocó sus zapatillas en el centro del tatami, simbolizando su retirada. Participó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Verano de 2004, donde terminó en quinto lugar. Ahora, está listo para pasar la antorcha.
“Tengo mucha inspiración para todos los jóvenes que acuden a mí en busca de orientación”, dijo. “Tengo mucha inspiración para darle al mundo. Me gustaría educar a las generaciones más jóvenes”.
Poco después de ganar esta medalla de oro, López abrazó a Acosta Fernández, un cubano que se mudó a Chile para tener más posibilidades de competir en los grandes eventos.
En los últimos Juegos Olímpicos, López se convirtió en el primer luchador masculino en ganar cuatro medallas de oro olímpicas cuando dominó en Tokio, arrasando en cuatro combates sin recibir puntos. En esta ocasión, cedió dos puntos en cuatro combates.
“Para llegar a este punto, lo primero que necesitas es amar tu deporte, amar lo que haces y demostrarle al mundo que eres capaz de ganar con tan poco”, afirmó.
