Recientemente La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a intensificar los esfuerzos para prevenir y controlar la hipertensión, que en el mundo afecta a unos mil millones de adultos mayores de 25 años.

En ese sentido el doctor  Gabriel Waisman, jefe de servicio de clínica médica y de la sección Hipertensión Arterial, del Hospital Italiano de Buenos Aires, explicó que la hipertensión, también llamada tensión arterial alta, es uno de los principales factores que contribuyen a causar cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, que en conjunto representan la causa más importante de muerte prematura y discapacidad.

“El gran problema que hay es que a  muchos   pacientes se les detecta la enfermedad, pero  la mayoría no  está controlando la enfermedad”.

Del mismo modo Waisman aclara  que la hipertensión no es la causa más frecuente de consultas al médico, pero acompaña a otras enfermedades prevalentes como el colesterol alto, el sedentarismo, el exceso de peso, la diabetes y otros factores de riesgos cardiovasculares.

El fracaso del tratamiento.  El  doctor Waisman explica que los tratamientos permanentes como los de la hipertensión requieren de cierta disciplina por parte de los pacientes que no siempre se cumple y de un protocolo  médico. “Los doctores  fracasamos en el tratamiento de la mayor parte de las enfermedades crónicas porque esta requiere de un trípode que es cambio de hábitos de vida en cuanto a ejercicio físico y alimentación, medicación y educación”, afirmó.

El médico señaló que en prevención hay que hacer campaña sostenida para que la gente no deje los medicamentos. “La prevención tiene que ser un acto permanente, no podemos abandonarlo, porque una vez que lo abandonamos la prevención se acabó”, advirtió.

 Waisman,  quien estuvo de visita en el país para lanzar un nuevo fármaco para tratar esta enfermedad, citó algunos estudios que reflejan la realidad de la hipertensión en el mundo. “Los investigadores estiman que este mal provoca cada año casi 9.4 millones de muertes por enfermedades del corazón. También contribuye a aumentar el riesgo de insuficiencia renal y de ceguera”, dice.

Según este especialista  el riesgo de padecer hipertensión se puede reducir disminuyendo la ingesta de sal, siguiendo una dieta equilibrada, realizando actividades físicas con regularidad, evitando el consumo de tabaco y disminuyendo el uso nocivo de alcohol.

Un asesino silente. Hasta el 90% de las personas pueden desarrollar presión arterial alta en algún momento de su vida, si las tendencias actuales continúan. Y lo peor, según explica Gabriel Waisman, es que esta enfermedad no da señales, cuando al paciente se le  descubre es porque ya está desarrollada, “y la hipertensión  es la principal causa de infarto cerebral”.

Pero no todas las personas están claras de qué es esta enfermedad y sus factores de riesgos.

Según nos cuentas Waisman, quien entre otras cosas es presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, “son pocas, muy pocas, las personas  capaces de señalar a la hipertensión arterial como el principal factor de riesgo del accidente cerebrovascular (ACV). Una reciente encuesta realizada en nueve países de América latina,  mostró que el 65% de los entrevistados desconocía ese vínculo”.

Esos “picos de presión” que se producen cuando ocurre un ACV no son sino la forma en que el cerebro se defiende del accidente cerebrovascular, explica Waisman: “Esos picos no son la causa del ACV, cuya causa real es el deterioro progresivo de las arterias que se produce como resultado de la hipertensión crónica no controlada”.

En el país.  El 35% de los dominicanos mayores de 18 años de edad sufre de  hipertensión, y el 10% es diabético. Las mujeres  tienen más alto porcentaje que los hombres en obesidad, consigna el  estudio  Factores de Riesgo Cardiovascular y Síndrome Metabólico en la República Dominicana (EFRICARD II), financiado por  varias instituciones ligadas a la salud en RD.

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Para tratar la hipertensión

Sanofi presentó Aprovasc, una nueva alternativa terapéutica que combina dos medicamentos: Irbesartán y amlodipino para el manejo de la presión arterial en pacientes que no tienen su presión arterial controlada.

Esta combinación ayudará a los pacientes cuya presión no logra mantenerse en los niveles normales, a controlarla así como a su adherencia al tratamiento para minimizar riesgos y futuras complicaciones, ya que en un solo medicamento encuentran dos componentes. Según el doctor  Gabriel Waisman,  Aprovasc  ha demostrado controlar la hipertensión, y adicionalmente sus componentes, “tanto irbesartán como amlodipino, han demostrado minimizar el daño a ciertos órganos importantes (como corazón, riñones y cerebro), cuya función puede alterarse como consecuencia de un pobre control de la presión arterial.”