Milagros: una apuesta a la esperanza

Milagros: una apuesta a la esperanza

Los políticos dominicanos tenemos pocas cosas de  qué enorgullecernos sobre lo hecho en los últimos años; tanto para el país como para el sistema de partidos para regir la estructuración de los poderes públicos.

De hecho, tanto la dirección caudillesca de los partidos y el Estado; como la corrupción, la  prevaricación, el favoritismo y la violencia política, eran conocidas en nuestra etapa democrática, pero como casos aislados. 

Desde entonces los retrocesos se han sucedido con una frecuencia y proporciones extraordinarias.  Nada parece indicar que esas cosas van a mejorar, sino a empeorar.

Así, la Ley 276-04, de Elecciones Primarias, última promulgada por el Presidente Mejía, que regulaba el transfuguismo, reducía la discrecionalidad en el otorgamiento de candidaturas y evitaba el canibalismo entre candidatos del mismo partido; fue declarada inconstitucional por una virtual coalición de grupos conservadores y cúpulas partidarias que ahora pagan por su error.  La aprobación de una Constitución por vía cuasi autoritaria, cuyo contenido se atenuó un tanto por la movilización de la opinión pública y algunos legisladores conscientes; la generalización de la violencia, el narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción descarada de autoridades civiles y militares,  son signos ominosos que nos denuncia un estado próximo a colapsar.

La lumpendemocracia, el endeudamiento externo galopante, el virtual asalto a nuestro patrimonio económico y natural, como en Los Haitises y Pueblo Viejo,  los grandes déficit de empleo, educación, salud, energía, agua potable e infraestructura vial, forman parte de ese contexto. 

No es de extrañar la virtual quiebra de la democracia electoral que se  manifiesta en la actualidad.

Sin embargo, la selección por consenso de todas las fuerzas políticas dentro del PRD y el apoyo consensuado de amplios sectores extrapartido a la candidatura a Senadora de Milagros Ortiz Bosch, han   puesto una nota de esperanza a la política de la capital, con vistas al próximo 16 de mayo.

Es que Milagros no solo es una militante cívica y partidaria a carta cabal, casi desde su nacimiento, defensora de todas las causas justas, sino que reúne condiciones  excepcionales de comunicadora, legisladora, ejecutiva y humanista.

Con un historial y propuestas de trabajo a favor de la juventud, las mujeres, las comunidades, los pobres y los excluidos, Milagros con su triunfo puede contribuir a consolidar la unidad del PRD en torno a sus principios doctrinarios, con los sectores liberales de clase media y las masas populares, que hicieron una vez del partido la verdadera esperanza nacional.

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