Día Internacional de la Mujer: Milagros Ureña: “La excelencia hay que perseguirla todos los días”

Día Internacional de la Mujer: Milagros Ureña: “La excelencia hay  que perseguirla todos los días”

Hace 20 años, que una mujer ocupara una posición importante dentro de una organización era casi imposible, y más si ese sector era históricamente dominado por hombres.
Sin embargo, la perseverancia y la preparación de una mujer rompió por completo el “techo de cristal” creado por los moldes establecidos de la época: la historia de éxito de Milagros Ureña, directora general de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), es digna de conocer.
Es directora general de este importante centro de salud desde el año 2001. Su selección fue realizada por el patronato encabezado por su eminencia Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, por considerar que conocía muy bien la institución, evidencia que quedó plasmada cuando la llamaron para entrevistarla.
De todos los candidatos, ella, una mujer taciturna, de mirada penetrante y que maneja muy bien la escucha activa, era la que mejor conocía todo lo que ocurría dentro del naciente Cedimat, y su conocimiento iba más allá de la parte administrativa.
No es médico de profesión, estudió Bioquímica y Administración de Empresas; sin embargo, esta mujer maneja al dedillo los procesos de la institución que dirige, agilidad que le ha permitido enfrentar todo lo concerniente con dicha organización. Sobre el crecimiento y posicionamiento de Cedimat habla llena de orgullo, pues uno de los pilares de su gestión ha sido ofrecer un servicio de calidad con la mejor tecnología y equipo altamente calificado.
Sobre su llegada a este centro, recuerda que fue luego de ocupar varias posiciones en empresas locales e incluso una multinacional, cuando se presentó la oportunidad y llegó como asesora del patronato.
Madre y esposa. Tener en sus hombros la importante responsabilidad de dirigir un centro médico que actualmente cuenta con unos 1700 colaboradores no le impidió cumplir su rol más importante, ser madre y esposa. Lleva 36 años de casada con Ramón Báez, con quien procreó dos hijos, Morela e Irving. Tiene una nieta llamada Renata y, al hablar de ella, se le ilumina el rostro, “amo profundamente a esta pequeña”, dice.
Milagros Ureña nació en Salcedo y creció en una familia numerosa. Su infancia fue muy tradicional, acorde a la época.
Es cercana con sus colaboradores. Dice que siempre que un colaborador necesita hablar con ella las puertas de su oficina están abiertas, lo que le ha permitido crear un ambiente laboral de fraternidad.
“Un líder inspira, ayuda a crecer a sus colaboradores y siempre se mantiene a su lado, ni delante ni detrás”, enfatiza.
Al ser cuestionada sobre si se considera una mujer exitosa, respira profundo, medita y dice que más que exitosa se considera una mujer bendecida, pues si no hubiese sido por el Altísimo no estaría donde está ahora.
Pero no todo ha sido un camino de rosas, Milagros Ureña cuenta que a lo largo de este camino ha tenido que enfrentarse a dificultades y retos importantes propios de su cargo, uno de ellos fue cuando la eligieron para la posición, pues por la naturaleza de la institución lo común era que estuviera dirigida por un hombre y que este fuera médico.
“Ese fue uno de mis primeros retos, pues debía demostrarle a un grupo de hombres que yo estaba preparada para dirigir este centro médico y durante estos años ese ha sido uno de mis objetivos”, dice.

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