Milano Moda muestra su versión de un hombre refinado

Milano Moda muestra su versión de un hombre refinado

Valentino, Cerruti, Dolce & Gabbana y Versace dieron inicio el pasado domingo a la nueva versión masculina de Milano Moda, para la temporada otoño-invierno 2003-2004.

Dentro la propuesta de nuevo «existencialismo», el hombre invernal vestido por Valentino es sobrio y elegante en toda circunstancia: para afrontar el frío de la calle, una reunión de trabajo o un rato de jogging para mantenerse en forma, con profusión de sudaderas con capucha para afrontar las bajas temperaturas.

Por su parte los conjuntos de Cerruti también apuntan a un hombre culto y refinado, lleno de glamour pero sin caer en la tentación retro y tomando como modelo de elegancia al escritor romántico italiano Gabriele D’Annunzio (1863-1938). Así, se pudieron ver chaquetones de corte militar y doble trabilla, abrigos de paño envejecido y camisas coloniales ideadas para un húsar contemporáneo que calza zapatos bicolores y busca el confort al tiempo que protegerse del frío.

«La época de D’Annunzio señala el inicio de la moda masculina moderna», aseguró Cerruti, para quien el escritor es el paradigma del gusto moderno «una mezcla de dandy y militar».

Entre tanto ejemplo de «regreso a los orígenes», las propuestas de Cavalli pusieron la nota estridente en el salón Milano Moda Uomo que se inició este lunes en la capital lombarda. Sus «esquimales» irrumpieron en escena saliendo de un iglú envueltos en pesadas pieles que escondían esmoquin dorados y resplandecientes, preparados para desplazarse en un momento desde Laponia a las discotecas más «calientes» del globo.

«Esta mezcla entre sagrado y profano tiene un solo objetivo: el exceso», asegura el propio modisto florentino, quien admite que se trata de las propuestas más atrevidas que haya realizado nunca en su línea de moda masculina.

Sobre una pasarela de hielo el público quedó boquiabierto gracias a los ricos bordados, abrigos de piel con colas de colores, pantalones en pitón y chaquetones en lamé plateado. Los jerseys son bordados a mano con gruesa lana, con adornos inspirados en la artesanía de los indios navajo.

Entre otras originales propuestas la casa suiza Bally se decantó por el cuero adornado con piel de lobo argentino en chaquetas y pantalones estrechos y delantales de trabajo y petos en ante. Pal Zileri presentó a sus vagabundos con chaquetas y abrigos falsamente «pobres» en lana cachemira, mientras que la japonesa Naoki Takizawa piensa en un hombre viajero para la marca Issey Miyake, con ponchos de lana y prendas en tejidos suaves ideados para hacer cómodo y caliente un largo periplo.

El hombre «vestido para matar» de Gucci irrumpió con frenesí en la pasarela milanesa y se dio la mano con el exotismo oriental de los modelos de Trussardi y los «lobos de mar» de Laura Biagioti.

El diseñador de la firma Gucci, Tom Ford, volvió a causar sensación con sus propuestas varoniles para los fríos venideros, pensadas para un hombre siniestro y fornido, clásico e informal, que desprende una imagen de deliberada fuerza, como si se fuera a comer el mundo.

La ropa, en tonos sobrios que van del blanco al beige, se lleva ajustada, con pantalones estrechos hasta la rodilla para después hacerse un poco más holgados, combinados con jersey de cuello de cisne y bufandas. Más «pulidas» que las propuestas de otras temporadas, las prendas guardan un sentido elástico de la uniformidad, que alarga los cuerpos con la caída recta y a veces adherente de sus chaquetones y abrigos.

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