Mildred Canahuate una apuesta renovadora por el arte contemporáneo

Mildred Canahuate una apuesta renovadora por el arte contemporáneo

“El arte contemporáneo dominicano se ha convertido en un negocio. Su dinámica comercial ha resultado beneficiosa para mucha gente: primero para los marchantes, segundo para numerosos artistas que han podido alcanzar una rápida promoción, y tercero para el público que, quiérase o no, ha tenido una mayor oportunidad de acercarse a la creación de su tiempo. Sin embargo, lo que más llama la atención es que este fenómeno ha ocurrido cuando el arte dominicano no está pasando precisamente por su mejor momento. Tal vez resulta chocante decir esto, porque en realidad nunca ha habido tantos artistas, ni nunca se han abierto tantas galerías, ni se han organizado tantas exposiciones, ni celebrado tantas ferias y bienales, ni se han realizado tantos negocios suculentos”…

El comentario que antecede es un extracto del artículo titulado “El negocio del arte contemporáneo dominicano”, publicado en la página 5 de Areíto (Hoy/09/11/2013) por Plinio Chahín, laureado poeta y teórico del arte contemporáneo, a quien respeto y profeso admiración desde hace más de dos décadas. Sin embargo, aunque taumaturgo de la forma en su “híbrido” ejercicio reflexivo, en el artículo citado, Plinio Chahín, quien también es catedrático en la Escuela de Historia y Crítica de Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, no puede evitar una cierta teatralidad en su intención “arrasadora” del imaginario estado de opulencia y del “mal momento” que hoy día estarían viviendo las artes plásticas y visuales dominicanas.

Pero, todavía más distraído y performativamente confuso luce Plinio Chahín cuando en su “aporte” ni siquiera puede suministrarnos datos precisos en torno a la “dinámica comercial”; sobre los “tantos negocios suculentos” o sobre los grandes beneficios económicos que estarían matizando el mercado del arte contemporáneo en Santo Domingo. Y si el “profesor” no está lo suficientemente edificado, ¿a cuáles niveles de información podrían acceder los estudiantes y estudiosos de una realidad tan compleja e inestable como lo es el sistema actual de producción, promoción, circulación y comercialización de la producción artística en nuestro país?

Más que como un “gran negocio”, el arte contemporáneo ha de ser percibido como un inquietante “Mar de Solaris”; como un energético, atractivo y alucinante océano fantasma que sigue provocándonos con sus imprevistas y sucesivas mareas de elaboraciones metafóricas. Entonces, en estas breves notas, sólo quisiera advertir sobre la deslumbrante cascada de rumores, frivolidades y “mitologías urbanas” que consume mucha gente desinformada a la hora de descifrar los códigos o de contextualizar el intrincado sistema de redes, circuitos y plataformas de difusión y comercialización del arte contemporáneo a nivel global.

Ahora bien, sin dudas, las galerías de arte constituyen una de estas plataformas. Y lo cierto es que, a la hora de apuntar con precisión, tendríamos que reconocer el hecho incontrastable de que las galerías han jugado y siguen jugando un papel de suma importancia en el proceso de desarrollo, socialización, proyección y reconocimiento del arte y los artistas nacionales. La valoración de la responsabilidad de nuestros galeristas en tal proceso sería un tema de investigación muy productivo y apasionante por la cantidad de protagonistas, aportes y trayectorias notables. Y esto para no hablar del sacrificio, el coraje y el renovado entusiasmo con que los galeristas dominicanos han resistido y siguen resistiendo frente a la desidia estatal, la inmisericordia fiscal, la fábrica de rumores sobre las “mieles” del mercado del arte dominicano que propagan los “radio bemba”, además de las “siete crisis financieras”, nacionales y globales, de los últimos 15 años.

Ahora mismo, entre las principales galerías que asumen con profesionalidad su compromiso con la proyección del arte moderno y contemporáneo dominicano destacan Arawak Arte Contemporáneo, Galería Lyle O. Reitzel, Galería de Arte Nader, Mesa Fine Art, Galería Bodden, Galería Shanell, Galería Arte Berri, De Guillermo Galería, el Centro Cultural Mirador y la galería Art District & Co. Cada una con sus criterios, cartera de artistas, líneas de negocios y métodos de trabajo particulares. Definitivamente, el tema es amplio y requiere atento seguimiento.

Mientras tanto, la ocasión es propicia para registrar una muestra de arte contemporáneo cuyo título, aparte de la variedad, el rigor y el esplendor que sostienen su cuerpo de obras, se torna doblemente significativo. En primera instancia, “Persistencia”, exhibiéndose actualmente en el nuevo local de la galería Arawak Arte Contemporáneo, es una muestra que no sólo implica la participación de once creadores cuyas producciones revelan una sorprendente diversidad disciplinar y discursiva (dibujo, pintura, escultura, fotografía, instalaciones y ensamblajes), sino también la renovación de la apuesta emblemática que, desde hace más de tres décadas, mantiene Mildred Canahuate por las manifestaciones más depuradas del arte dominicano. Canahuate también preside la Fundación Arawak, el Museo del Dibujo Contemporáneo y la Asociacion de Galerías (AGA), principal organizadora del Circuito de Galerías.

Con esta muestra, Mildred Canahuate ha inaugurado la nueva sede de Arawak, galería que desde 1981 desarrolla una extraordinaria labor de difusión y proyección del arte y los artistas dominicanos a través de distintos programas y eventos: exposiciones, ferias, subastas, concursos, talleres, conferencias y coloquios sobre arte. Entre los expositores de “Persistencia”, Canahuate incluye algunos “buques insignia” de su cartera de artistas, tales como los consagrados pintores Antonio Guadalupe y Fernando Varela. Luego, agrega un sexteto bien representativo de nuestra contemporaneidad, integrado por Johnny Bonnelly, Belkis Ramírez, Pascal Meccariello, Iris Pérez, José Almonte y José Pelletier. El grupo se completa con el emergente José Levy; el consagrado fotógrafo Luis Nova y el destacado artista cubano-residente- Ángel Urrely, ganador de premios en las ediciones del 2007 y 2013 de la Bienal Nacional de Artes Visuales.

De Antonio Guadalupe, la directora de Arawak ha seleccionado dos obras pictóricas de la serie “Diálogo de Fauna” y de Fernando Varela, tres pinturas de la serie “Forma y Vacío”. Johnny Bonnelly aporta una deliciosa escultura en hierro y acero titulada “Canoanización”. Tensión y frescura aportan las obras tituladas “I Get to Go” y “Fuga”, dos efectivas “deconstrucciones” o ensamblajes en madera de Belkis Ramírez”; “Sin título”, impactante pintura abstracta de José Pelletier; “Entrante y Saliente”, dos excelentes dibujos en técnica mixta sobre papel de José Almonte y “La Construcción”, reactiva y grata profecía pictórica de José Levy.

Asimismo, el cuerpo expositivo se expande de manera brillante con “Atardecer en el trópico”, excitante divertimento pictórico de Ángel Urrely; “Bullying», reflexiva y poética instalación de 9 piezas en madera y materiales diversos de Iris Pérez; “Urnas para pequeños superhéroes”, instalación de 5 piezas en plexiglás (collage y dibujo digital) de Pascal Meccariello y “Choclo”, díptico fotográfico manipulado e impreso en planchas de aluminio con el que Luis Nova nos depara la magia y la sorpresa.

La exposición “Persistencia” permanecerá abierta durante todo el mes de marzo en el nuevo local de Arawak Arte Contemporáneo, ubicado en la calle Polibio Díaz No. 11, 2do. nivel, sector Evaristo Morales. La galería está abierta en horario de 9:00 de la mañana a 1:00 de la tarde y de 3:30 a 6:30 de la tarde. Se puede llegar más fácil de sur a norte, por la Ave. Winston Churchill y doblar en la Polibio Díaz a la izquierda. Cruzando la primera calle y a unos 20 metros a la derecha hay una plaza de cuatro locales. Los dos negocios del primer nivel son Aromelia y Ricordi.

 

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