La Altagracia, Higüey.-Fortalecidos en la promesa cumplida, con veneración por los infinitos milagros que se le atribuyen o simplemente por tradición familiar, miles de devotos de la Virgen de la Altagracia realizaron el habitual peregrinaje a la basílica que alberga la imagen de la madre protectora del pueblo dominicano.
Velones y flores en mano, descalzos, de rodillas, con túnicas blancas y en ocasiones con esclavinas azules los creyentes hicieron larguísimas filas para pasar frente a la imagen y tocarla.
Una de las que iba descalza era Nicaury Francisco Rodríguez junto a su niña de seis años vestida de blanco, con azul y cinturilla rosa.
“Estamos aquí desde las 5:00 de la mañana para cumplir un milagro que hizo la virgencita con mi hija. Ella tenía un problema de la piel y la cabeza y duramos varios años en médicos y nada. Se la puse en las manos a la Virgen de la Altagracia y mi hija está sana”, expresó.
Sin importar las horas que debía esperar para pasar a su hija frente a la imagen, la mujer dijo que su único propósito es cumplir.
Por lo mismo, aunque con motivo diferente, una familia de seis miembros iba en la fila. Todos con túnica blanca para agradecer a la madre protectora haber devuelto la salud a su madre Jacqueline Gutiérrez.
“Mi mamá estuvo con un problema de salud muy fuerte y todos prometimos a la virgen venir hoy así como estamos”, expresó el joven Carlos Pichardo.
Desde la madrugada. Aunque desde el día 19 empiezan a llegar devotos a la explanada de la basílica, la noche del 20 se caracterizó por la presencia de grupos ‘palos’ y personas que danzan al son de los tambores como regalo a la virgen.
Vestidos con faldas de tiras multicolores hombres y mujeres se confundían en el baile mientras ingerían alcohol desde las botellas.
También es tradición realizar esas ceremonias en viviendas y luego trasladarse a la basílica.
El cúmulo de personas que pernoctan en el lugar deja un gran cúmulo de desperdicios que, aunque las autoridades se empeñan en limpiar, parecen interminables.
Fue notorio el incremento de nacionales haitianos en la peregrinación y en los alrededores de la iglesia.
También fueron llevados allí, como es tradición, decenas de minusválidos para pedir limosna y favores a la virgen.
Organismos de socorro con ambulancias equipadas estuvieron dispuestos en los alrededores del monumento religioso para atender los casos que pudieran presentarse en el lugar.