Miles acudieron ayer a cementerios

Miles acudieron ayer a cementerios

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Venciendo resquemores por el ambiente delincuencial, de arrabalización, precariedad y sacrilegios, miles de personas acudieron ayer a los cementerios de la ciudad para pasar un rato junto a las tumbas de familiares y amigos en la tradicional costumbre de honrar a los Fieles Difuntos en su día.

La afluencia fue menor con relación al pasado año, afirmaron personas que cada año instalan puestos de venta de flores en las inmediaciones de los cementerios.

A pesar de la vigilancia policial, los malhechores hicieron de la suyas. En el día de los Fieles Difuntos los delincuentes atracaron, profanaron tumbas y robaron un automóvil en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.

La inseguridad llegó al extremo de que la familia Hernández, propietaria de la cartonera Hernández, decidió contratar seguridad privada diurna y nocturna para custodiar el mausoleo en el cementerio de la Máximo Gómez, el cual hace unos siete días le fue robada la puerta de cristal.

Mario Henríquez Martínez, empleado de una compañía privada, vigilaba este martes el panteón de Los Hernández.

Ana Dolores Amador, de 80 años, una asidua visitante al cementerio,  dijo que que fue testigo de un atraco dentro de un camino interior del camposanto de la Máximo Gómez.

Indicó que en compañía de un nieto vio cuando, a distancia, un joven despojaba a una mujer de su cartera amenazándola con un machete y que en la mañana había sucedido un hecho similar con un hombre que atacó a otra mujer.

Asimismo, en el cementerio de la Máximo Gómez un hombre se llevó el carro de una mujer no identificada. Policías municipales, visitantes y personas que hacen trabajos a particulares confirmaron lo sucedido, sin embargo, el administrador, Juan Taveras, lo negó.

Dijo que nadie le había reportado esa situación.

Julio Alberto Maríñez declaró que en la Máximo Gómez fueron sorprendidos menores hurtando los velones que las personas que visitaban el lugar dejaban en las tumbas.

El cuadro de perturbación de quienes tienen familiares sepultados en cementerios de la ciudad de Santo Domingo lo completó el hecho de que muchas personas no lograron identificar este martes el lugar donde están enterrados sus muertos en los cementerios de la avenida Independencia y de la Máximo Gómez, debido a que los registros oficiales se extraviaron y algunas tumbas fueron tapadas por montañas de tierra y la maleza.

Anacaona Carrasco tardó mucho para poder localizar en el cementerio de la Independencia la tumba de su padre Manuel Eliseo Carrasco, la cual limpió el pasado Día de los Padres.

En el cementerio Cristo Redentor, donde descansan los restos de los políticos fallecidos en los últimos años, como José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, la presencia de visitantes fue escasa, similar al cementerio de Cristo Rey del sector del mismo nombre, donde se notó mejor limpieza.

Lo que no cambió en los cementerios fue la costumbre de hacer rituales ante las tumbas del «varón del cementerio», al que hicieron ofrendas de comida, bebidas y cigarrillos.

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