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JERUSALEN (AP).- Miles de cristianos de todo el mundo se reunieron en los sitios sagrados de Jerusalén para celebrar con plegarias y cánticos el Domingo de Pascua.
El patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, el máximo representante católico en la Tierra Santa, celebró la misa en la Iglesia del Santo Sepulcro, construida en el monte donde según la tradición Jesús fue crucificado.
Cerca de 20 sacerdotes armenios cubiertos con togas negras siguieron a Sabbah a una iglesia con velas encendidas, cantando la plegaria del Señor. El cura católico emergió del sepulcro con una llama y encendió las velas de los feligreses que iluminaron de a poco el techo pintado de la cúpula, de la era de los cruzados.
Las ceremonias de la Pascua ponen en evidencia las diferencias de doctrinas cristianas: los católicos creen que Jesucristo fue enterrado en el lugar que hoy ocupa el Santo Sepulcro, mientras que muchas de las ramas protestantes sostienen que fue enterrado en la cercana Tumba del Huerto de Jetsemaní.
La reciente calma en los enfrentamientos entre israelíes y palestinos ha atraído a muchos más peregrinos extranjeros a Jerusalén para la Semana Santa del 2005 que años anteriores.
Sin embargo, aún no llegan a ser tantos como los varios miles que venían antes de que estallara la violencia en septiembre del 2000.
La estadounidense Karen Abel, de 39 años, dijo que no dudó en hacer su primer viaje a la Tierra Santa.
«Cristo murió aquí por nuestros pecados»», expresó. «Me siento muy protegida por eso»».
Los católicos que llegaban en grupos de misioneros desde España y Francia dijeron que habían incluido al Papa en sus plegarias del domingo.
Como parte de los actuales esfuerzos de aliviar las restricciones a los viajes impuestas a la población palestina, el ejército anunció el domingo que unos 8.200 palestinos de Cisjordania y 250 de Gaza podrán obtener permisos diarios para ingresar entrar en Jerusalén o Nazaret durante las celebraciones de Pascua.
Sin embargo, debido a que este año las celebraciones coinciden con el Festival Judío de Purim, los militares israelíes impusieron restricciones de viajes generales a los palestinos de Cisjordania y Gaza, entre el miércoles y el domingo.
En la Iglesia de la Natividad de Belén, cientos de feligreses oraron y encendieron velas.
