EL CAIRO, (AFP) – Varios miles de egipcios eufóricos seguían congregados este sábado al amanecer en la plaza Tahrir de El Cairo al día siguiente de la renuncia del presidente Hosni Mubarak por la presión de la calle, constató una periodista de la AFP.

En el puente que conduce a una de las entrada de la plaza Tahrir, símbolo de la contestación popular que desalojó del poder a Mubarak después de casi 30 años de reinado, un grupo de jóvenes bailaba, enarbolando banderas egipcias y deteniendo los coches para felicitar a los ocupantes. «Oh mañana de la victoria», exclamaba uno de ellos con amplia sonrisa.

En la plaza, algunos seguían durmiendo por la mañana pero muchos de ellos habían pasado toda la noche en blanco celebrando. Algunos tenían la voz tomada de lo mucho que habían chillado de alegría tras el anuncio de que Mubarak dimitía y entregaba los poderes al ejército.  «estamos de fiesta, hemos vuelto a nacer», gritaba Osama Tufic Saadallah, un ingeniero agrícola de 40 años.

 «¡Es el fin de la injusticia! Íbamos con retraso respecto a otros países, ahora representamos un valor para el extranjero, para le mundo árabe», declaró a la AFP con los ojos brillantes por la emoción.

El anuncio de la dimisión de Mubarak, de 82 años, se produjo cuando más de un millón de personas se manifestaban contra él en todo Egipto. El potente ejército egipcio, que ha tomado las riendas, aseguró que no quiere suplir «la legitimidad querida por el pueblo».