Miles de feligreses católicos, apoyados por evangélicos se concentraron ayer frente al Congreso Nacional para reclamar a congresistas que legislen a favor de la vida y rechacen el aborto en tres causales, con el lema “Salvemos las 2 vidas”.
“Hemos venido de una manera comprometida con la vida, hemos venido a proclamar el derecho a la vida, a decir no a la muerte, porque no hay un derecho a la muerte, a matar; lo que hay es un derecho a la vida”, expresó monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo.
Agregó: “estamos aquí decididamente para apoyar la vida y para reclamar que el pueblo dominicano respete la vida; para reclamar a nuestras autoridades, a nuestros legisladores que respeten la vida, que apoyen la vida; no los elegimos, no los hemos puesto en el Congreso para apoyar la muerte”.
Dieron gracias a los legisladores que han dicho sí a la vida, y pedir a los que faltan que “¡Salvemos las 2 Vidas!”, fue la expresión de miles de personas que cubrieron parte de la avenida Jiménez Moya, con una gran tarima frente al Congreso.
Junto a monseñor Ozoria Acosta estuvieron los religiosos Víctor Masalles, Jesús Castro Marte, Faustino Burgos Brisman y cientos de curas y pastores evangélicos, vestidos de azul y blanco, con pancartas, carteles, banderas, tambores y redoblantes.
Fidel Lorenzo, del Consejo Dominicano Evangélico, habló en el acto y tras defender el derecho a la vida, afirmó que el aborto es un negocio en el mundo del que República Dominicana no debe ser parte.
Se informó, en noviembre próximo harán la tradicional caminata Un Paso Por Mi Familia, en la que también reclamarán salvar la dos vidas, la de la madre y la de la criatura.
En el acto participaron religiosos, abogados y médicos y personas que dieron testimonios de que la vida y la familia son el fundamento del pacto social más importante.
La abogada Laura Féliz y los médicos Xenia Castillo, Sonia Rosario, Rosario Almánzar, Yael Salcedo y la pastora Elizabeth Sepúlveda rechazaron que se despenalice el aborto y detallaron las tres causales.

Explicaron a las miles de personas, muchas de las que observaban en pantallas gigantes, que la primera causal es cuando la madre corre peligro, la segunda si el embarazo es fruto de violación o incesto y tercera, si el feto tiene malformación o inviabilidad de la vida.

Pidieron respetar la Constitución, que defiende el derecho a la vida y rechazaron las intenciones de las feministas radicales.