Miles de haitianos ansiosos por evitar su deportación de República Dominicana

Miles de haitianos ansiosos por evitar su deportación de República Dominicana

Decenas de miles de haitianos se encontraban agolpados este miércoles a las afueras de oficinas estatales de República Dominicana para inscribirse en el plan de regularización de inmigrantes, a horas de que venza el plazo para evitar su deportación.

«Yo nací aquí (…) y resulta que ni mi mamá ni mi papá me sacaron papeles. Entonces yo lo que quiero es tener algo que me pueda asegurar (permanecer) aquí para no deportarme a un país que no conozco», dijo Karina Charles a la AFP en la entrada del Ministerio de Interior y Policía, responsable del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros.

Tanto a Charles, como a otros miles de haitianos ilegales, les quedan apenas horas para inscribirse en el plan. Cuando las oficinas de recepción de solicitudes cierren este miércoles a las 19H00 locales (23H00 GMT) será la última oportunidad para impedir deportaciones, pues finaliza el plazo del proceso para la regularización de inmigrantes que abrió el gobierno del presidente Danilo Medina.

«Estamos en la primera fase del plan de regularización. Nosotros vamos a laborar hasta concluir la fila, porque tampoco vamos a maltratar a nadie (…) La excepción es la repatriación, queremos que se regularicen todos», aseguró este miércoles el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul. Fadul dijo que hasta este miércoles por la mañana se había alcanzado la cifra de 275.000 extranjeros inscritos. Pero el Movimiento Justicia Migratoria estima que estarían quedando fuera unos 200.000 de los 458.000 haitianos que se calcula que hay en Dominicana, de lejos la primera comunidad extranjera en este país.

Evitar la deportación.  El ministro hizo estas declaraciones mientras miles de haitianos, algunos de ellos desde hace varios días, seguían en las adyacencias de las oficinas estatales habilitadas para el plan. «Tuve que quedarme a amanecer aquí. Mi hermano tuvo que traerme comida para poder conseguir entrada (…) Lo que quiero es poder quedarme para seguir trabajando», declaró a la AFP Mourilion Saranoño, haitiano que trabaja en una empresa metalera y pudo inscribirse en el plan esta mañana.

La inscripción consiste en la entrega de un documento de identidad del país de origen, así como su dirección de residencia y un número de contacto. Con eso ya se evita la deportación. Luego, en días posteriores, se debe llevar constancias de trabajo, de buena conducta y algún documento que certifique la estadía en el país desde antes de 2011. Este miércoles a las 21H00 locales (01H00 GMT), el presidente Medina se dirigirá al país en un discurso en el que se espera que aborde el proceso de regularización de extranjeros. Su gobierno, que en diversos foros internacionales ha negado violación de derechos humanos en las deportaciones, asegura que los centros de retención y autobuses con los que cuenta para el traslado de los repatriados les garantizan un trato digno.
 Quejas por desinformación.  El caos y la desesperación han acompañado el proceso, y muchos aspirantes se han quejado de la desinformación. En algunas de las oficinas habilitadas hubo pequeños disturbios que fueron sofocados con gases lacrimógenos en días pasados, sin que se reportaran heridos.

«Estamos felices porque al menos estamos adentro (del ministerio)», dijo a la AFP Walter Jesús Montoya, modisto colombiano y el único no haitiano que se distingue entre la multitud que amaneció este miércoles esperando ser atendido.

Montoya cuenta que tuvo de ir en varias ocasiones a la institución hasta conseguir el turno para ingresar, lo que logró este miércoles, cerca de las siete de la mañana.

Según la prensa local, desde comienzos de semana cientos de haitianos decidieron no optar por la legalización y comenzaron a desplazarse voluntariamente hacia la frontera para cruzar hacia su país. En 2013, una controvertida sentencia del Tribunal Constitucional determinó que no eran dominicanos los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en el país, ni aún cuando estuvieran asentados en el registro civil, lo que desató una ola de críticas dentro y fuera de República Dominicana.

A raíz de esta controversia, que generó una crisis diplomática entre ambos países, el gobierno de Medina abrió este proceso de legalización y promulgó una ley que reconoce como dominicanos a los hijos de inmigrantes irregulares nacidos en Dominicana. Haití -el país más pobre de América Latina- y República Dominicana comparten la isla caribeña La Española. Su problema de migración se vio agravado tras el terremoto del 12 de enero de 2010 que dejó unos 200.000 muertos y un millón de desplazados.

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