POR GERMAN MARTE
En gran parte de Santo Domingo Este, donde reside alrededor de un millón de habitantes, pasan «las de Caín» para conseguir agua potable. En algunos sectores se vio a mujeres y niños con vasijas a cuestas preguntando por diferentes sectores dónde había agua y si algún vecino que tuviera reservas en su cisterna les podía regalar un poco.

Amas de casa dijeron que en ocasiones la escasez es tanto que tienen que comprar agua purificada en botellones de cinco galones a RD$30 cada uno para bañarse y cocinar, lo que está mermando sus presupuestos y no pueden cubrir otras necesidades.

Pero no todos se quejan. Tal es el caso de las compañías que distribuyen agua en camiones cisterna, las cuales están obteniendo cuantiosos beneficios vendiéndola a domicilio a razón de RD$300 y RD$350 el tanque de 1,500 galones, dependiendo del lugar del pedido.

El chofer de uno de estos camiones dijo que la demanda de agua es tan grande que en ocasiones su jornada se inicia a las seis de la mañana y termina a las once de la noche, sin descansar.

La escasez persiste a pesar de la promesa que ha hecho el director de la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo, Richard Martínez, de que la crisis terminaría el pasado sábado.

El funcionario explicó que el desabastecimiento se debía a una avería en la toma de agua de El Tamarindo, pero que técnicos de la CAASD y de la Corporación Dominicana de Electricidad repararon la línea de 69,000 voltios que suple energía al sistema de bombas por lo que la situación quedaría resuelta el sábado.

Sin embargo, en un recorrido por diversos sectores de Los Mina comprobó que todavía ayer el suministro no se había restablecido y las personas de todas las edades, pero principalmente mujeres y niños, cargaban vasijas de todo tipo y deambulaban en busca de agua.

La falta de agua afecta los sectores Puerto Rico, Katanga, Vietnam, Los Mina, Lucerna, San Antonio, Invivienda, Villa Duarte, Cansino y otros.

En algunos de estos barrios llevan hasta 14 días sin agua, dijeron a HOY varios residentes.

«El servicio de agua por aquí es pésimo. Por aquí dura hasta diez días para llegar. Para lavar compramos agua y para tomar también tenemos que comprarla», afirmó Iris Mateo, de la calle 47 de Katanga.

En Vietnam, un grupo de mujeres se abastecía de agua en establecimiento de venta de carne de pollos que les extendió una manguera para que llenaran unas cuantas vasijas.

Santa López dijo que ya no saben qué decir sobre el tema pues ya llevan 14 días sin agua «a veces uno piensa que es de maldad».

Mientras que en su pequeño salón de belleza de Los Mina Nuevo, Teresa Reyes lamenta la falta de agua, dice que para poder seguir ofreciendo el servicio a sus clientes ha tenido que pedir agua a los vecinos que tienen cisterna.