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JERUSALEN (AFP).- Decenas de miles de colonos y partidarios de la extrema derecha de Israel se movilizaron este domingo contra el plan israelí de retirada de la franja de Gaza, formando una gigantesca cadena humana que unió a lo largo de 90 km el norte de la franja de Gaza y el Muro de los Lamentos, en el casco antiguo de Jerusalén.
Según los organizadores del Consejo de Colonias de Cisjordania y de la franja de Gaza, el principal movimiento de colonos, esta «cadena fue un éxito sin precedentes, ya que reunió a más de 200.000 personas». La policía, citada por la radio militar estimó, por su parte, en «más de 70.000» el número de participantes.
A las 19H00 locales (16H00 GMT), los manifestantes cantaron el himno nacional israelí a lo largo de toda la cadena, que reunía a israelíes que acudieron con sus familias y numerosos niños de las colonias y de otras localidades del país.
En Jerusalén, los manifestantes se agruparon a lo largo de la calle Jaffa, la principal arteria de la ciudad. Algunos alzaban banderas israelíes, banderolas contra el proyecto de evacuación de la franja de Gaza y de las 21 colonias israelíes diseminadas en esta región.
Numerosos manifestantes llevaban gorras y camisetas de color naranja, convertido en el símbolo de la lucha de cerca de 8.000 colonos de la franja de Gaza.
«He venido para expresar mi admiración por todos estos nuevos pioneros», explicó un manifestante miembro del Likud, el partido del primer ministro Ariel Sharon. Otra participante, Janine Hayat, también de Jerusalén, afirmó que se manifestaba para «mostrar que estaban todos unidos».
Esta manifestación forma parte de una campaña de los colonos y de la extrema derecha contra el plan Sharon que prevé evacuar la franja de Gaza antes del final de 2005 y desmantelar las colonias establecidas en ese territorio, donde viven 8.000 colonos.
Al menos 20 parlamentarios de diferentes partidos y 400 miembros del comité central del Likud, el partido de derechas de Sharon, anunciaron su participación en esta manifestación sin precedentes.
Los colonos empezaron a movilizarse en vísperas del referéndum interno sobre el plan de retirada de Gaza organizado en el Likud el 2 de mayo, que concluyó con una victoria aplastante del «no».
Pero Sharon no lo tuvo en cuenta y obtuvo en junio un acuerdo del gobierno sobre su plan, después de haber excluido a dos ministros de extrema derecha.
No se señaló ningún incidente durante la manifestación. Pero seis niños israelíes que viven en la colonia de Newe Dekalim, en el sur de la franja de Gaza, resultaron heridos el domingo debido a la explosión de un obús de mortero lanzado por palestinos, anunciaron fuentes militares israelíes.
El obús cayó cerca de un centro comunitario en el que se encontraban los niños.
Las autoridades también tomaban en serio el riesgo de un atentado cometido por extremistas judíos contra la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén.
El ministro israelí de Seguridad Interior, Tzahi Hanegbi, advirtió que había un «alto riesgo» de atentado de extremistas deseosos de provocar una «reacción en cadena» para torpedear el plan de retirada del primer ministro Ariel Sharon.
En el plano político, el canciller Sylvan Shalom, del Likud, lanzó una campaña contra la entrada de los laboristas al Gobierno, deseada por Sharon.
El ministro podría perder su puesto en el caso de que fuera reemplazado por el jefe del partido laborista, Shimon Peres.
