Más de 3,000 médicos generales tomaron ayer el examen único que ofrece la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) para optar por 1,200 plazas  especializadas que tienen los hospitales del país.

Aunque en el nuevo modelo de salud la especialidad que debe priorizarse es la medicina familiar, las que están disponibles son las áreas tradicionales, obstetricia, ginecología, pediatría, ortopedia y medicina general.

Mauro Canario, decano de la facultad de Medicina de la UASD, explicó que el examen se coordina con las demás universidades que forman médicos. Es de carácter obligatorio y contiene 100 preguntas que se contestan en dos horas.

Para los doctores Julio César Castillo Vargas, maestro de la Medicina, y para el cardiólogo José García Ramírez, el país debería estar formando los especialistas que necesita, atendiendo el perfil epidemiológico y el modelo que ordena la ley 87-01.

“El país está formando menos de 70 médicos familiares al año, pero la necesidad es superior a los 3,000”, asegura Canario.

“De conformidad con el sistema, deberían estarse formando más médicos familiares comunitarios”, dijo, tras señalar que es necesario crear mejores condiciones para incentivar la formación de facultativos de medicina de familia.

Los especialistas coincidieron en que existe una verdadera distorsión en el país, pues mientras el sistema reclama los médicos de familia, se forman especialistas en áreas tradicionales y subespecialidades.

Creen que se debe crear incentivos para que los médicos se motiven a estudiar las especialidades que necesita el país.

Los especialistas del país tienen la tendencia a concentrarse en Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís y La Vega. Es un problema de mercado económico, coinciden.

La experiencia.  Sólo en cuatro hospitales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), en 37 años se han formado más de 2,000 médicos especializados en 30 especialidades fundamentales.

Castillo Vargas cree que ya es hora de cambiar el concepto cantidad por calidad de los médicos formados, por lo cual se proponen modificar el reglamento que rige el consejo de residencias médicas.

Castillo Vargas y García Ramírez ven que existe una tendencia peligrosa para el sistema de salud.

La mayoría de médicos se quieren ir a las sub-especialidades.

Para todas las especialidades se requieren tres años de medicina interna, los galenos pasan por ahí para llegar a las subespecialidad, pero la abandonan. El médico internista es un conocedor de toda la clínica médica, él es el encargado de referir, de acuerdo a la necesidad del paciente.  En vez de ser cirujanos generales, prefieren ser cirujanos plásticos.