Miles de muertos por sismo en zona fronteriza de India y Pakistan

Miles de muertos por sismo en zona fronteriza de India y Pakistan

Por CHRISTOPHER TORCHIA
ISLAMABAD (AP) _ Un potente terremoto estremeció el sábado una zona fronteriza entre la India y Pakistán, provocando deslizamientos, reduciendo aldeas enteras a escombros y dejando más de 3.000 muertos.

Entre las víctimas estaban 250 niñas que perdieron la vida al derrumbarse su escuela en el noroeste de Pakistán y 200 soldados que patrullaban Cachemira.

Durante varias horas se sucedieron remezones del sismo de 7,6 grados mientras cuadrillas de rescate intentaban desesperadamente sacar a víctimas de los escombros. En algunos hospitales, el personal sacó a los pacientes al patio por temor a que los temblores causen aun más daños. Al anochecer, la lluvia y el granizo dificultaban las tareas de rescate.

Pakistán fue el país más afectado. En el poblado norteño de Mansehra, Haji Fazal Ilahi permanecía aturdido, de pie al lado del cadáver de su hija de 14 años, cubierta con una manta sobre un colchón de hospital. Ilahi, un comerciante, dijo que su esposa y otros dos hijos perdieron también la vida en el sismo al caérseles la casa encima.

«Caían rocas y casas enteras por la ladera de la montaña», narró Ilahi, quien viajaba a su pueblo, Garlat, cuando ocurrió el sismo. «Cuando llegué a mi aldea, ya no quedaba nada de mi casa».

 

En una muestra de solidaridad, la India ofreció ayuda a a Pakistán, un país con el que lleva décadas enemistado.

 

«Aunque zonas de la India también han sufrido de este inesperado desastre natural, estamos dispuestos a prestar toda ayuda en cuanto a rescate y suministros que ustedes consideren apropiada», dijo el primer ministro de la India, Manmohan Singh, en un mensaje al presidente paquistaní Pervez Musharraf.

 

Una fuente militar paquistaní dijo que 200 soldados murieron en la parte paquistaní de Cachemira. Unos 1.000 civiles fallecieron en la región, dijo Sardar Mohammed Anwar, el funcionario local de mayor rango.

 

«Este es mi cálculo preliminar, pero el saldo de muertes podría ser mucho mayor», dijo Anwar a la televisora paquistaní Aaj. Añadió que la mayoría de las viviendas en Muzaffarabad, la capital regional, estaban dañadas, y que varias escuelas y hospitales se habían derrumbado.

 

Por lo menos 1.600 personas murieron en la provincia Frontera Noroeste de Pakistán, dijo Akram Durani, el principal funcionario de esa provincia. Ataula Jan Wazir, comandante policial del distrito noroccidental de Mansehra, dijo que los cuerpos de rescate allí sacaron de los escombros a los restos de 250 niñas que perdieron la vida cuando su escuela se derrumbó.

 

Otros 500 alumnos resultaron heridos y se teme que hay decenas más que murieron en otras escuelas que se derrumbaron.

 

En las capitales de Pakistán, India y Afganistán, se tambalearon edificios y paredes durante varios minutos. La gente huía despavorida de sus casas y oficinas y no funcionaban las redes de comunicación.

 

«Es una tragedia nacional», comentó el portavoz del ejército paquistaní, mayor Shaukat Sultan. «Este es el peor terremoto que ha afectado a la región en tiempos recientes».

 

La ONU dijo que coordinaba con Pakistán, Afganistán y la India sobre el envío de ayuda.

 

El Centro de Estudios Geológicos de Estados Unidos dijo en su página de internet que el terremoto ocurrió a las 8.50 de la mañana y tuvo una magnitud de 7,6 grados. El epicentro se ubicó a unos 100 kilómetros al noreste de Islamabad, en las montañas de la Cachemira controlada por Pakistán.

 

Los daños fueron extensos en Cachemira. Las autoridades en el sector indio del disputado territorio reportaron 250 muertos, entre ellos 20 soldados aplastados por un deslizamiento de tierra. Por lo menos 800 personas resultaron heridas y 2.700 viviendas quedaron destruidas o dañadas en toda Jamu-Cachemira, dijo B.B. Vyas, un funcionario local.

 

Soldados y voluntarios trataban de sacar a la gente de las casas derrumbadas. Los cables telefónicos estaban caídos y los puentes resquebrajados, aunque les seguían pasando encima algunos vehículos.

 

Musharraf y el primer ministro Shaukat Aziz ordenaron a los militares extender toda la ayuda posible a las áreas afectadas y pidieron a la nación que se mantuviera en calma.

 

Los helicópteros llevaron soldados a las áreas castigadas, pero los deslizamientos de tierra estaban dificultando las tareas de rescate.

 

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