Miles de peregrinos inundan Jerusalén

Miles de peregrinos inundan Jerusalén

JERUSALÉN (EFE).- Unos 15.000 peregrinos venidos del mundo entero, que han inundado estos días la ciudad vieja de Jerusalén, se preparan para la celebración de las ceremonias del Jueves Santo, a las que no podrán asistir los cristianos palestinos de Gaza y Cisjordania.

   El ministro de Defensa de Israel, Shaúl Mofaz, ordenó anoche el cierre general de esos territorios durante las fiestas judías del Purim, por lo que los cristianos de Belén, Naplusa, Jericó y de otras ciudades palestinas, no podrán participar en las procesiones.

   El ambiente de distensión que se vive este año en Tierra Santa ha favorecido, sin embargo, la avalancha de peregrinos cristianos, a diferencia de los últimos tres años en que la Semana Santa quedó reducida a procesiones de frailes, monjas y de palestinos cristianos de Jerusalén.

   La orden franciscana, Custodia de los Santos Lugares de Tierra Santa, es la encargada de rememorar mañana, jueves, la Ultima Cena de Jesucristo en el Cenáculo.

   A primera hora del día, el Patriarca Latino, monseñor Michel Sabah, lavará los pies a doce personas en el Santo Sepulcro, como hizo Jesús con sus discípulos antes de la Cena.

   Durante la tarde, una procesión de frailes franciscanos, precedida por el custodio en Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, se dirigirá al Cenáculo, hoy propiedad del Estado de Israel, donde Jesús celebró la Ultima Cena junto con los doce apóstoles.

   Se trata de la única ocasión en el año en que los franciscanos pueden acceder al Cenáculo, de donde fueron expulsados por Solimán el Magnífico en 1550.

   En el Cenáculo, situado en pleno corazón de la ciudad vieja de Jerusalén, se leerán pasajes del Evangelio en distintas lenguas. Posteriormente, la marcha se dirigirá a la iglesia armenia de Santiago, donde la tradición sitúa el martirio de Santiago el Mayor, cuya cabeza se venera en ese templo y su cuerpo en Santiago de Compostela (España).

   La procesión proseguirá después hacia la casa del sumo sacerdote Anás, ubicada en el barrio armenio de la ciudad antigua de Jerusalén, para luego retirarse a la Iglesia siria de San Marcos.

   A última hora del día, se rememorará la «Oración del Huerto», u «Hora Santa» en Getsemaní.

   Como es tradición, en la Iglesia de las Naciones tendrá lugar una bellísima ceremonia con cánticos polifónicos de palestinos cristianos.

   La Iglesia fue erigida junto al Huerto de Getsemaní, donde todavía perviven olivos de la época, defendidos por cercas del fervor de los peregrinos, ya que las pruebas del carbono 14 han certificado su existencia milenaria.

   Los oficios de Jueves Santo recrean la cena de Pascua que celebró Jesús como judío -conocida como Seder en hebreo- en la que tomó el pan ácimo y el cáliz, e instituyó la Eucaristía con las palabras: «Tomad y comed, este es mi cuerpo que será entregado por vosotros. Haced esto en memoria mía».

   Tras la cena, Jesús y los apóstoles se fueron a orar al huerto de Getsemaní, al pie del Monte de los Olivos, donde Judas había convenido una señal con los soldados: «Aquel que yo besare ése es. Prendedlo».

   Allí se produce la llamada Agonía de Getsemaní en la que Jesús pide: «Aparta de mi este cáliz».

   El acto más importante de las celebraciones de Semana Santa es el Vía Crucis del Viernes Santo, procesión que reproduce el itinerario que se supone recorrió Jesucristo por la Vía Dolorosa hasta el lugar de su Crucifixión, en el Santo Sepulcro.

 

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