Hoy 
Decenas de comunidades permanecían ayer aisladas en la provincia Peravia, plantaciones agrícolas arrasadas y el acueducto que abastece el municipio de Baní averiado, como consecuencia de las crecidas de ríos y cañadas por efecto del huracán Irene.
Debido a la crecida del Arroyo Guerra, decenas de comunidades quedaron aisladas, entre ellas Villa Guerra, La Montería, Yaguariso, La Caoba, Cabeza de Toro, Manaclar, Sabana Indio, debido a que un badén que construyeron los americanos hace más de 15 años, desapareció con la primera crecida que se produjo en esa zona.
En otra zona seguían sin transporte terrestre más de 300 familias que viven en las comunidades La Gina, El Recodo y La Yayita, debido al desbordamiento del río Baní, que además siguen tragando terrenos por falta de la construcción de alrededor de un kilómetro de gaviones.
Miguel Bello, director provincial de la Defensa Civil (DC) y coordinador del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) en esa localidad, consideró que urge la construcción de un puente sobre la cañada Arroyo Guerra, ya que cada vez que llueve miles de personas pasan todo tipo de vicisitudes.
Cerca del mediodía de ayer una pala mecánica trataba de acondicionar el paso por Arroyo Guerra, mientras de cientos de personas esperaban a ambos lados con la finalidad de cruzar.
Braulio Billar, de la comunidad de Montería, al otro lado de Baní, expresó que luego del paso de Irene el único tránsito a la zona es por vía aérea, debido a que hasta ayer no había otros medios, lo que mantiene desesperados a más de cinco mil familias.
En litera. El aislamiento es tal, que un anciano que vive en la comunidad de La Caoba era trasladado en litera, especie de una cama sin patas soportada por cuatro hombres, medio utilizado en el siglo XIX cuando no existían carreteras.
Se trata de Caimito Reyes Santana, de 90 años de edad, quien enfermó gravemente ayer y como no hay acceso de ambulancia sus vecinos y familiares decidieron trasladarlo en litera hasta el Arroyo Guerra, para desde ahí trasladarlo a Santo Domingo.
De su lado, Andrés Pereyra, presidente de la Asociación Pro Bienestar de La Montería, aclaró que el arroyo Guerra no es el único obstáculo para llegar a las comunidades mencionadas, ya que más adelante existen otras tres cañadas que tampoco tienen alcantarillas o badenes.
Precisó que actualmente existen más de cinco mil tareas sembradas de café y aguacate en la zona aislada, aparte de otros productos agrícolas como plátano, guineo y frutos menores, ya que esa es una de las zonas más productiva de Baní.
Debido a la situación esta zona está prácticamente sin agua, ya que los camiones que abastecen las localidades no han podido cruzar desde el pasado fin de semana.
Sin agua. El río Baní arrasó con el acueducto localizado en la comunidad de La Gina, lo que comunitarios atribuyen a la mala construcción de los muros de gaviones que debieron evitar que las aguas llegaran a la obra.
Luis Gonsaga, de la comunidad de Río Arriba, lamentó que a pesar de que hace varios días el acueducto sufrió daños considerables, ninguna autoridad se ha presentado al lugar, mientras el municipio de Baní está seco o consumiendo agua contaminada.
Como no existen puentes para cruzar a La Gina, El Recodo y La Yayita, estas seguían aisladas.
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La agricultura
Nicolás Lora y Santo Méndez expresaron que la crecida de la cañada de Paya y el río Baní arrasaron con más de dos mil tareas sembradas de plátano, guineo, ají, yuca, maiz y otros productos menores, por lo que perdieron millones de pesos. Solicitaron la condonación de las deudas con el Banco Agrícola, ya que no podrán cumplir los compromisos y ahora el hambre que pasan los campesinos se va agudizar.
