Miles de personas protestarán
contra juramentación de Bush

Miles de personas protestarán <BR>contra juramentación de Bush

WASHINGTON (EFE).- Grupos pacifistas, anarquistas, feministas y religiosos esperan concentrar a miles de personas para protestar contra lo que denominan la «coronación» de George W. Bush, hoy jueves, para un segundo mandato.

La investidura del presidente es tradicionalmente un acto durante el que los estadounidenses olvidan sus diferencias y celebran la democracia, y los que protestan no suelen llegar al millar.

No será así esta vez.

El grado de movilización de grupos y jóvenes en todo el país augura unas manifestaciones «sin precedentes en tamaño y alcance», según James Hudnut-Beumler, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Vanderbilt y un experto en movimientos de protesta.

«No se trata del mero desagrado hacia un presidente conservador por parte de personas liberales, como fue el caso con Ronald Reagan», dijo a EFE Hudnut-Beumler.

En este caso existe un «sentimiento profundo» de oposición entre un gran número de estadounidenses que ven la guerra en Irak como una «equivocación inmensa y un error moral», señaló. Actualmente, tan sólo un 52 por ciento de los ciudadanos aprueban el trabajo de Bush, una tasa muy baja en comparación a la que lograron otros presidentes en vísperas de su segundo mandato, como Bill Clinton (60 por ciento) o Ronald Reagan (68 por ciento).

Además, un 58 por ciento reprueban la gestión de Bush en Irak, según la última encuesta del diario «The Washington Post» y la cadena «ABC».

«Representamos a la mayoría de los estadounidenses» en el rechazo a la guerra, dijo a EFE Medea Benjamin, una manifestante de 51 años que ha venido del bastión de izquierda que es San Francisco.

«Sentimos que tenemos la responsabilidad de hacer a Bush responsable por sus errores y por eso estamos soportando el frío» en Washington.

Para hacer sentir su rechazo Benjamin y sus correligionarios desafían la nieve que cae hoy sobre la capital y una seguridad sin precedentes para una investidura.

Su acceso a las celebraciones mañana se verá reducido a una sección de la ruta de tres kilómetros del Congreso a la Casa Blanca que recorrerá el desfile inaugural.

Se les ha prohibido portar pancartas o señales y temen no poder tirar huevos como en 2001 a la caravana de vehículos en la que irá Bush, por lo que planean ponerse en primera fila y simplemente darle la espalda cuando pase.

Con 6.000 policías y 7.000 militares desplegados, cazas en el cielo, patrullas por el Río Potomac, baterías de misiles móviles en el Capitolio y cámaras en las intersecciones clave de la ciudad, los manifestantes no tendrán muchas oportunidades de mostrar cualquier rebeldía juvenil y saltarse las normas que les han impuesto.

Por ello, muchos de los actos de protesta se realizarán lejos de los invitados de Bush.

Mientras los grandes contribuyentes de su campaña degustarán langosta y ternera tejana en los nueve bailes de gala que mañana, jueves, festejarán la victoria republicana en las elecciones, el grupo «Multimillonarios en favor de Bush» celebrará en un club nocturno su propia versión de la fiesta, que ha bautizado como «Baile de la Re-Coronación de Bush».

En ella se subastará de forma sarcástica el sistema de pensiones, que el presidente quiere privatizar parcialmente.

Activistas en contra de la guerra en Irak cargarán ataúdes y se tumbarán sobre la nieve en representación de cadáveres.

Y el grupo «Los 10.000 Jesuses» está reclutando a «buenos Jesuses», hombres y mujeres, para ponerse un ropón largo, soltarse el pelo y en la zonas de la ciudad en que se permite llevar pancartas que digan: «*A quién torturaría yo? *A quién bombardearía yo? Yo nunca he tenido un M-16», en referencia al fusil de asalto usado por los soldados de EEUU.

Esta noche se celebrarán actos de protesta para todos los gustos de las tribus de rebeldes que han llegado a Washington, desde una vigilia en un centro budista y una sesión de poesía, hasta un concierto de hip-hop contra la guerra.

Incluso los grupos anarquistas se han organizado, aunque brevemente, para promover la desorganización de la sociedad.

Publicaciones Relacionadas