Miles de turistas huyen de Túnez tras atentado en hotel que dejó 38 muertos

Miles de turistas huyen de Túnez tras atentado en hotel que dejó 38 muertos

Túnez.- Miles de turistas abandonaban ayer Túnez, un día después de un sangriento atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un hotel que dejó 38 muertos, de los cuales al menos 15 británicos. «Es el ataque terrorista más importante contra ciudadanos británicos» desde los atentados de Londres en 2005, según un responsable del Foreign Office.

El primer ministro británico David Cameron había advertido que su país debía «prepararse a que haya muchos británicos entre las víctimas del salvaje ataque». Entre los 38 muertos, 17 cadáveres fueron identificados. Además de los 15 británicos, por el momento hay una belga, un alemán, una irlandesa y una portuguesa, según el ministerio tunecino de Salud.

Todos ellos se hallaban en el hotel Riu Imperial Marhaba en Port El Kantaoui, cerca de Susa (al sur de Túnez), cuando un estudiante desconocido de los servicios policiales tunecinos entró en las instalaciones a través de la playa, empezó a disparar con un fusil ametrallador y continuó su matanza en las terrazas y piscinas, antes de ser abatido.

El primer ministro, Habib Essid, afirmó que unas 80 mezquitas acusadas de «incitar al terrorismo» serían cerradas, y anunció que iba a recurrir a los reservistas del ejército para reforzar la seguridad en los «lugares sensibles». La jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, llamó a Essid para reiterarle la colaboración de su gobierno para luchar contra amenaza yihadista.

Este ataque coincidió también con una oleada de atentados registrados el mismo día en Kuwait, donde murieron al menos 27 personas en un atentado reivindicado también por el EI, y en Francia, donde una persona fue decapitada. Estas acciones se produjeron tres días antes del primer «aniversario» del «califato» proclamado por el EI en los territorios que ha conquistado en Siria e Irak.

Contra la ‘alianza cruzada’

El atentado del viernes contra el hotel fue reivindicado por el grupo extremista sunita Estado Islámico en un comunicado difundido por cuentas yihadistas en Twitter. El grupo EI lo justificó alegando que la mayoría de los turistas son «de Estados de la alianza cruzada que combate el estado del califato», en alusión a la coalición internacional antiyihadista.

Porvenir negro

SUSA, Túnez. AFP. En la medina de Susa, Alí Soltani hojea un diario tratando de entender cómo pudo ocurrir el sangriento atentado que costó la vida el viernes a 38 turistas en un hotel de la región. «Es un golpe mortal para el turismo», se lamenta este comerciante.

La matanza ha conmocionado a los tunecinos y hace temer que numerosos habitantes de Susa, gran ciudad turística del centroeste del país, que se avecinen años negros para este sector vital de la economía tunecina, que da empleo a 400,000 personas. «Todavía no asimilo lo que pasó ayer», confiesa Soltani. «Es más que una catástrofe, ya no hay esperanza para los próximos años». «Ya no tengo ganas de trabajar. Desde ayer, nos miramos como estúpidos sin poder hacer nada. ¡No estamos acostumbrados a estas matanzas!», añade Kamel Ben Sadok, artesano.

Muchos siguen incrédulos por ver el país golpeado por atentados sangrientos contra civiles extranjeros, 2 veces en 3 meses. El 18 de marzo, 22 personas (21 turistas) murieron en el museo del Bardo, en Túnez, a manos de dos jóvenes armados. El EI reivindicó también ese ataque. «Aún nos estábamos recuperando del Bardo y recibimos otro golpe aún más fuerte», lamenta Alya, habitante de Susa.

Muchos dicen comprender que los turistas eviten Túnez durante un tiempo. «En su lugar, yo no pondría los pies en Túnez en esta época. Es normal que se marchen del país después de esta catástrofe. ¿Vienen aquí para pasar unas vacaciones o para morir?», aduce Imed Triki, otro comerciante.

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