Muchos vacacionistas regresaron el sábado en la tarde y la noche, pero la mayoría lo hizo ayer en distintos momentos, sobre todo en la tarde y la noche. Las vías de entrada a la Capital procedentes de las regiones Sur, Norte y Este estaban anoche llenas de vehículos. La Policía se encargó de controlar la velocidad mediante el llamado carreteo. Hasta ayer, en el asueto habían fallecido 24 personas en distintos hechos.
AZUA. Miles de vacacionistas que desde mediados de semana abarrotaron las principales playas y balnearios de cuatro provincias del Sur comenzaron a retornar a Santo Domingo y a otros lugares de origen desde tempranas horas de la mañana de ayer, tratando de evitar los taponamientos que se producen al final del asueto de Semana Santa.
Durante el día de ayer las playas y ríos escogidos por la gente para disfrutar los días de vacaciones lucieron más despejados que el Viernes y Sábado santos.
A las 4:40 de la tarde de ayer la playa de Monte Río, en este municipio, no lució como el día anterior cuando se congresaron en ese balneario miles de personas para disfrutar de la música de Kinito Méndez, quien es nativo de la provincia.
El alcalde de Azua, Rafael Hidalgo Fernández, dijo que las celebraciones se caracterizaron por transcurrir con la tranquilidad que deseaba la población.
Indicó que se produjeron actos que en nada alteraron el ritmo de vida de mucha gente que fue a celebrar con tranquilidad, paz y en medio del sentido cristiano que prima en estos días.
Asimismo, la playa Salinas de la comunidad del mismo nombre en el municipio de Baní lució ayer concurrida pero no como el sábado, cuando miles de vacacionistas se dieron cita para disfrutar de sus aguas y sus encantos naturales.
En la tarde de ayer no se habían reportado incidentes de importancia en dicho balneario.
Fue notoria la presencia de miembros de la Policía Nacional, de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y la Defensa Civil, quienes velaron celosamente para impedir que los conductores cometieran imprudencias fatales.
Otro balneario que lució repleto de visitantes fue La Toma, de San Cristóbal, un lugar que acogió en sus aguas a grandes y chicos.
Como quiera
Algo que quedó de manifiesto en los balnearios de la región Sur fue que ni las crisis económicas ni los altos precios de los combustibles arredran a la gente y la hace quedarse en sus hogares durante los largos asuetos. Cada quien hizo lo posible para agenciarse lo esencial para poder celebrar y estar en la cosa. Muchos andaban en motoconcho, en bola, a pie y hasta en burros en algunos trayectos difíciles pero se desplazaron hasta las playas o los ríos para darse su chapuzón y pasar el rato. Hubo menos incidentes.