EL CAIRO.   (AFP)   – El patriarca de la iglesia copta ortodoxa de Egipto, Chenuda III, fue enterrado ayer por la tarde en el monasterio San Bichoi, a unos 100 km al noroeste de El Cairo.  

Al llegar el convoy con sus restos ante el monasterio se produjeron escenas de caos. Las fuerzas del orden no lograron contener a miles de personas presentes que se precipitaron sobre los vehículos.

El monasterio, cerrado al público, era objeto de un enorme dispositivo de seguridad desde el lunes.   Antes, en El Cairo, miles de fieles y numerosos funcionarios egipcios despidieron en la catedral San Marcos los restos de Chenuda III, que durante 40 años dirigió la Iglesia ortodoxa copta, la mayor comunidad cristiana de Medio Oriente.  

Chenuda III falleció el sábado a los 88 años luego de sufrir graves problemas cardíacos que agravaron un cuadro de salud ya debilitado.   «Chenuda ahora reposa en paz, pero nosotros no lo hemos perdido», dijo el jefe de la iglesia copta de Etiopía, el patriarca Abune Paulos, quien vino especialmente de Adis Abeba para inaugurar la ceremonia fúnebre de la catedral San Marco.   En el centro podía verse el ataúd abierto, mostrando el rostro del difunto patriarca, con la cabeza coronada por una tiara de oro. Alrededor se acomodaban numerosos líderes religiosos con las ropas tradicionales del culto copto.  

Miles de personas se aglomeraron en el exterior de la catedral portando pancartas con el retrato de Chenuda III, la figura más importante para una comunidad   inquieta ante el fortalecimiento del islam.