NUEVA YORK.- Unos tres mil dominicanos asistieron este domingo a la tradicional misa que se celebra anualmente en esta ciudad en honor a Nuestra Señora de la Altagracia, “madre protectora y espiritual del pueblo dominicano”, en la Catedral de San Patricio, Arquidiócesis de NY, ubicada en la Quinta avenida con la calle 50, en down town Manhattan.
La homilía celebrada antes de la fecha oficial, fue efectuada a partir de las 2:00 de la tarde, por el sacerdote dominicano Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, y con la presencia del Cardenal Timothy Michael Dolan.
Durante su intervención Ozoria Acosta pidió a la “Virgen de La Altagracia” que guíe por el sendero de la paz, bienestar y desarrollo a la República Dominicana.
El acto litúrgico fue presidido por el cónsul quisqueyano en la urbe, Carlos Castillo y su esposa, quien manifestó que la “Virgen mantiene unido al pueblo dominicano y lleno de bendiciones”, además del vicecónsul Eduardo Hernández, el concejal Ydanis Rodríguez, quien aspira a Defensor del Pueblo, y Guillermo Linares, presidente de la Corporación de Servicios de Educación Superior del estado de NY.
Asimismo, por profesionales, políticos, empresarios, comunitarios, sindicalistas, taxistas, bodegueros, amas de casas, y ciudadanos comunes.
Además por el empresario José Luis Corripio (Pepín), quien fuera invitado de honor por el reverendo Ozoria Acosta, cuando por coincidencia ambos viajaron juntos en el avión desde dominicana hacia esta urbe.
Pepín Corripio, al referirse a la comunidad y a la Virgen de la Altagracia expresó: “A la comunidad dominicana en NY siempre le he admirado por su entrega, trabajo, disciplina y vocación de servicio”.
“Es una comunidad ejemplar en cualquier parte del mundo y en cualquier nacionalidad; en todas las comunidades hay gentes que falla, pero en la República Dominicana podemos decir en términos generales que es un ejemplo de buena comunidad”, agregó.
En cuanto a la Virgen de la Altagracia, el empresario precisó “supongo que lo que hay que conservar es la tradición, pero más que la tradición es la imitación de las virtudes de ella, porque elogiar de boca y asistir a una misa no es suficiente para enaltecer las virtudes de La Virgen”, agregó.
Pepín fue saludado por decenas de personas de las que asistieron a la misa.