Miles marchan en defensa de los inmigrantes

Miles marchan en defensa de los inmigrantes

CHICAGO (AFP).- Al grito de “Somos seres humanos, no ilegales”, alzando banderas estadounidenses y de sus países, cientos de miles de inmigrantes indocumentados marcharon ayer, martes, en Estados Unidos, para exigir una reforma migratoria que les permita trabajar y “vivir sin miedo”.

En Chicago (centro norte) tuvo lugar la marcha más grande de inmigrantes, en su mayoría hispanos, donde más de 150.000 personas se volcaron a las calles este 1 de Mayo que no se festeja en Estados Unidos.

En Los Angeles (California, oeste), donde el año pasado se juntaron hasta 500.000 personas, el martes apenas se congregaron unas 10.000 según portavoces de la policía, una cifra similar alcanzada en las manifestaciones en Detroit (centro norte).

En Washington, Nueva York y Miami también se realizaron actos con cientos de personas en apoyo a una reforma que solucione la situación de ilegalidad de unos 12 millones de indocumentados que viven en el país, la mayoría centroamericanos y mexicanos, parte de la comunidad hispana, primera minoría con más de 42 millones de personas.

“La única ley que nosotros violamos es la ley del hambre”; “Somos los expulsados de la dictadura económica de El Salvador” y “Amnistía y trato justo para todos los obreros”, se leía en pancartas en el centro de Los Angeles, donde unas 10.000 personas atendieron el llamado más radical a boicotear clases, trabajos y actividades comerciales.

No obstante, para las 17H00 locales (00H00 GMT) hay otro acto convocado por la coalición Somos America y apoyada por la influyente Iglesia Católica en horario post escolar y laboral, donde esperan concentrar también unas 10.000 personas en el centro de Los Angeles.

“Buscamos un reforma justa, que no se postergue más una decisión en Washington sobre la inmigración, los hispanos, que somos la clase obrera de este país”, dijo a la AFP Raúl Murillo, director de la organización Hermandad Mexicana Nacional.

   Murillo recalcó que estaban en contra del último proyecto de ley que apoya el presidente George W. Bush, porque es una “vil burla para los indocumentados que llevan años en este país”.

   En Miami (sureste), el presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, se reunió con líderes de grupos de inmigrantes hispanos y haitianos, pidiendo votos para su partido y prometiendo: “Si tenemos un presidente demócrata todo esto se va a arreglar”.

   Dean también se opuso a cualquier proyecto de ley que le requiera a los inmigrantes salir del país para solicitar la residencia como establece el plan apoyado actualmente por Bush.

   En otras partes de Florida, el tercer estado del país con más inmigrantes ilegales, de 800.000 a 950.000, se realizarían otros actos, vigilias e inscripción de electores, así como en el estado de Carolina del Norte.

   Hace un año, más de un millón de trabajadores, en su mayoría hispanos, realizaron un “boicot económico” sin precedentes, dejaron sus puestos de trabajo y salieron a las calles.

   Sin embargo, la convocatoria bajó debido a divisiones entre los activistas y los temores de los indocumentados tras un recrudecimiento en los controles y arrestos por parte de las autoridades.

   En Washington, cerca de 300 personas se concentraron al mediodía a unos pasos del Congreso para pedir a los legisladores que aprueben una reforma migratoria que abra el camino a la regularización de los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en el país.

   Los manifestantes, entre ellos numerosos asiáticos, enarbolaron pancartas con lemas como “las familias tienen que quedarse juntas” o “Construir juntos el futuro de Estados Unidos: reforma migratoria ahora”.

   En Nueva York, los grupos Coalición por la Inmigración y Movimiento 1 de Mayo por los Derechos de los Trabajadores e Inmigrantes marcharon en demanda de una amnistía general.

   El año pasado, apenas 3.000 personas se manifestaron en Washington el 1 de Mayo, una cifra muy inferior al medio millón que salió a las calles de Los Angeles el mismo día y las más de 150.000 personas que se reunieron frente al Congreso un mes antes en la capital.

   Los grupos de inmigrantes estuvieron divididos en torno a si pedir a los trabajadores y estudiantes que dejen sus herramientas y sus libros de texto por un día, un hecho fundamental de las medidas de protesta de hace doce meses.

   Flavia Jiménez, analista del Consejo Nacional de La Raza, el grupo más importante defensor de los derechos de los hispanos, y que se opone al boicot, dijo que “hay muchísimo miedo y esto impide que nuestra comunidad se movilice como el año pasado”, explicó Jiménez, del Consejo Nacional de la Raza.

   Javier Rodríguez, portavoz de la Coalición 25 de Marzo, que respalda el boicot, dijo que el número de ciudades de Estados Unidos que participarán en la protesta de este año descenderá un 50%, a unas 75 en total.

   Bush llamó recientemente a concluir las leyes migratorias para fin de año, mientras analistas sostienen que la reforma no pasará si el tema llega a 2008, dado que la atención se centrará en las elecciones de noviembre.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas