NUEVA YORK (AFP).- Decenas de miles manifestaban ayer, lunes, en Nueva York para exigir a las autoridades estadounidenses una reforma de las leyes de inmigración benigna con los casi 12 millones de indocumentados, en su mayoría latinoamericanos, que viven y trabajan en el país, indicaron los organizadores.

Más de 100 organizaciones locales convocaron a la protesta de Nueva York, que partió de varios puntos de la ciudad para acabar congregándose a las 15H00 (19H00 GMT) frente a la alcaldía, en el Bajo Manhattan, donde tienen previsto permanecer unas cuatro horas.

Cuando se cumplía la primera hora de concentración, los organizadores no querían dar aún cifras de asistencia pero estimaban que los manifestantes —que se agolpaban a lo largo de cinco calles desde la sede del gobierno municipal— eran “varias decenas de miles”, según un portavoz de la New York Inmigration Coalition.

En la manifestación se veían pancartas que pedían “Residencia permanente”; “Un camino justo a la ciudadanía” y “Derechos para los inmigrantes”.

Participantes como Joel Nieto, un mexicano de 43 años, afirmaban que los actos de este lunes sirven para “acentuar la unión” de los inmigrantes y que se “oiga su inquietud”.

“Gracias a la mano de obra barata y entusiasta de los inmigrantes, la economía de este país está arriba. No somos ni delincuentes ni malvivientes, somos manos de obra barata. No nos quieren dar papeles, pero necesitan nuestro trabajo”, explicó Nieto, que ha hecho todo tipo de trabajos desde que entró en Estados Unidos por primera vez hace 10 años.

Gabriela García, otra mexicana, de 37 años, describía “la humillación” que se siente tras estar años en un país y no disponer de documentos.

“Todo el mundo te ve como insignificante. Sin la tarjeta de la seguridad social no eres nada. A menudo te la piden en un tono de burla”, explicó García, cuyos hijos nacieron en Estados Unidos.

Las protestas son una expresión “de que nos despertamos, agarramos valor, se fue aquel miedo que siempre teníamos”, afirmó.