Miles piden no despenalizar
aborto; lo califican de crimen

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POR GERMAN MARTE
Cientos de religiosos, estudiantes de colegios católicos y evangélicos realizaron ayer una multitudinaria concentración frente al  Palacio del Congreso Nacional para oponerse a la despenalización del aborto.

La manifestación forma parte de una intensa campaña auspiciada por la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas en contra de un proyecto de ley que busca reformar el Código Penal y que plantea –entre otras modificaciones- la despenalización del aborto en casos de violación o cuando la vida de la madre corra riesgo.

Cientos de estudiantes  con sus uniformes  escolares, sacerdotes, líderes de la Iglesia Pentecostal llegaron en autobuses y rápidamente ocuparon la explanada frontal del Palacio del Congreso.  Los activistas antiaborto instalaron potentes bocinas para dirigirse al público. Algunos se disfrazaron de “brujas asesinas”, otros llevaban las manos ensangrentadas, para significar que el aborto es un crimen, la mayoría llevaba un cartel que rezaba “No al aborto”.

El tránsito vehicular quedó interrumpido tanto por la avenida Enrique Jiménez Moya y otras calles laterales. Decenas de  manifestantes  encabezados por los sacerdotes Luis Rosario y Manuel Ruiz, ingresaron al interior del Congreso. Empero, la actividad transcurrió en completo orden, pese a la ausencia del tradicional cerco policial.

En la misma explanada del edificio fueron instalados potentes equipos de audio. Desde una improvisada tribuna, los organizadores se dirigían a los presentes. Incluso, unos 60 estudiantes fueron llevados hasta el Salón de la Cámara de Diputados, donde celebraron una singular “sesión” parlamentaria y se pronunciaron en contra de lo que ellos llaman un crimen injustificable.

Una delegación de legisladores encabezada por el presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín; la vicepresidenta del Senado Cristina Lizardo, ambos del oficialista Partido de la Liberación Dominicana se sumó a los manifestantes.

A la concentración se presentó, además, el candidato presidencial del conservador Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Amable Aristy Castro, quien acusó al presidente Leonel Fernández de querer legalizar el aborto.

Poco antes, el bloque reformista en la Cámara Baja dio una rueda de prensa en la que denunció que Fernández pretende postergar el conocimiento de observado Código Penal para después de las elecciones, “con la finalidad de cumplir con su objetivo de despenalizar y legalizar el aborto en el país”.

MEMORANDUM AL CONGRESO

Durante la concentración contra el aborto, el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, leyó el Memorandum al Congreso y al Pueblo en el que llama a los legisladores a que “no se dejen dar muelas” por los defensores de la despenalización del aborto, pues este es un crimen de cualquier forma que se le quiera disfrazar.

El documento señala que el aborto no es signo de progreso, desarrollo o modernidad, sino un retroceso en humanidad y prostitución de los valores morales.

“El aborto no es un derecho, es más bien la violación del derecho a la vida”, dice, y agrega que “para República Dominicana no es una deshonra no despenalizar el aborto, al contrario, es causa de orgullo y dignidad”.

Sostiene que la oposición a la despenalización del aborto no es asunto de la Iglesia Católica o de las iglesias, es más bien cuestión de toda persona razonable, respetuosa de la vida, y subraya que el ser de la Iglesia y creyentes no los descalifica para exigir respeto a la vida.

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