Miles reciben el nuevo año bailando merengue y bachata

Miles reciben el nuevo año bailando merengue y bachata

POR GERMAN MARTE
Miles de capitaleños recibieron el 2007 bailando en las calles a ritmo de bachata y merengue, tomando ron y cervezas y compartiendo con amigos, vecinos y familiares en una larga fiesta que se extendió hasta la media mañana de ayer.

Otros, en cambio, lo recibieron tranquilos en sus hogares, compartiendo con sus seres queridos, y al amanecer acudieron a los templos religiosos para dar gracias a Dios y participar en la en la tradicional misa de Año Nuevo.

Mientras, algunas personas consultadas por este diario esperan que este año “no nos dé tan duro” como el que acaba de pasar. Una vez más, la avenida George Washington, el popular Malecón de la capital, fue convertido en la más grande “pista” de baile del país, donde la gente bailó sin parar hasta cerca de las ocho de la mañana del día primero de enero, cuando el merenguero Tulile y su grupo tocaron “La Culebra”.

La fiesta auspiciada por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, y transmitida en vivo por un canal de televisión, contó con la participación de 16 grupos musicales que subieron a tarima para poner a bailar al público que acudió al Malecón para esperar el Año Nuevo moviendo la cadera y bebiendo hasta olvidar los sinsabores del año que termina, en lo que se ha ido convirtiendo en una tradición.

Entretanto, en Santo Domingo Este, el cabildo de este municipio organizó una fiesta de fin de año con seis grupos merengueros y un bachatero que estremecieron el bulevar de la avenida Las Américas, donde miles de personas acudieron a disfrutar del espectáculo.

Empero, contrario a la avenida George Washington, que antes de las once de la mañana ya estaba limpio, gracias a la labor de decenas de obreros y obreras del ADN, en la avenida Venezuela esquina Las Américas la cantidad de basura acumulada era tal que desbordaba la capacidad de los escasos trabajadores del cabildo que se esforzaban por asear el área. 

En tanto que, en los barrios, todavía a media mañana una gran cantidad de personas seguía “como el primer guandul” tomando alcohol, escuchando música y bailando.

En sentido general, según la gente consultada por reporteros de HOY que recogieron diversos barrios de la capital, las fiestas de fin de año transcurrieron con normalidad, en un ambiente caracterizado por la alegría. Algunos destacaron que esta vez no escucharon disparos al aire.

Contrario a los días anteriores, las calles y avenidas de la capital estaban despejadas, con escaso flujo de vehículo tanto público como privado.

Ayer no se observó ni un solo tapón en las avenidas John Kennedy, 27 de Febrero, Máximo Gómez, Venezuela, Las Américas, George Washington, Bolívar, Ortega y Gasset, Nicolás de Ovando, Duarte, México y otras vías, que en tiempos normales se convierten en un infierno para los conductores que pierden tiempo atrapados en los largos embotellamientos.

Asimismo, en las paradas de autobuses la cantidad de pasajeros a la espera de guaguas era mínima, un reflejo de la resaca colectiva después de una larga fiesta.

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