Miles recuperan la vista gracias a Megaproyectos de Cirugía de Cataratas

Miles recuperan la vista gracias a Megaproyectos de Cirugía de Cataratas

Alrededor de 6.500 personas de escasos recursos en República Dominicana han recuperado la visión gracias a los Megaproyectos de Cirugía de Cataratas que, desde hace una década, realizan el Hospital Doctor Elías Santana y la Fundación Centro Láser.

Los aportes financieros del Club de Leones y del Club Rotario han permitido llevar esos Megaproyectos no sólo a Santo Domingo, sino también a las ciudades de Barahona, Azua, Jimaní, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Mao, Santiago, Bonao, Cotuí, La Vega y Monte Plata.

El doctor Juan Francisco Batlle, presidente de Centro Láser y coordinador general de los Megaproyectos, informó que las cataratas son la principal causa de ceguera en el país y que, según la Encuesta Dominicana de Ciegos, hay aquí unas 16.570 personas invidentes por cataratas en ambos ojos, las cuales en su mayoría no pueden pagar una intervención quirúrgica.

Afirmó que existen alrededor de 33.000 pacientes con diversos grados de pérdida de la visión debido a las cataratas; y subrayó que, por cada persona ciega por esta patología, hay otras tres que padecen la enfermedad y que corren el peligro de quedar invidentes en caso de no recibir la asistencia médica adecuada.

“La razón principal por la que los pacientes pobres no buscan atención es por falta de dinero. Pero también muchos les tienen desconfianza a las atenciones, otros le temen a la cirugía curativa, y otros simplemente ignoran que esto sea posible. Es probable que la transmisión de estas operaciones en tiempo real sirva para eliminar estas creencias”, argumentó.

Uno de los principales logros de los Megaproyectos de Cirugía de Cataratas es haber reducido el costo por persona de una cirugía de cataratas, del equivalente a 600 dólares en el sector privado y 180 dólares, en el público, a tan sólo 100 dólares. 

Otros aportes fundamentales de esta iniciativa son la rapidez y profesionalidad con que son realizadas las intervenciones de cataratas, en las que se utilizan “los mejores lentes intraoculares, batas, guantes, discos elásticos y otros insumos de calidad óptima”; así como haber alcanzado un índice de éxito del 94% del total de casos, explicó Batlle.

El reconocido neuroftalmólogo dijo que la gran mayoría de las personas afectadas por cataratas en el país superan los 60 años, pero que también hay casos de menores de tres años con cataratas congénitas.

“Las cataratas pueden dejar ciega a una persona hasta en un mes. La catarata senil debe ser intervenida cuando es detectada. Su principal síntoma es la visión borrosa, empañada. Las personas con cataratas ven las fuentes de luz con halos alrededor o estrelladas, como si tuvieran un filtro de estrellas. Finalmente, no pueden ver”, aseguró.

Metas de Megaproyectos

A través de los Megaproyectos de Cirugía de Cataratas, el Hospital Elías Santana y la Fundación Centro Láser pretenden realizar 2.000 operaciones al año a personas pobres que han quedado ciegas por la enfermedad o han visto disminuida su calidad de vida cuando el lente conocido como cristalino se vuelve opaco, a causa de los rayos ultravioleta del sol, los traumas, los cambios hormonales, el cigarrillo, el alcohol, la diabetes u otras enfermedades metabólicas.

De acuerdo con el Presidente de la Fundación Centro Láser, con un presupuesto de apenas US$20.000 anuales, esos  2.000 pacientes pueden ser intervenidos exitosamente mediante el moderno proceso denominado “facoemulsificación”; por lo que solicitó la colaboración solidaria de las personas, empresas e instituciones que puedan hacerlo.

“La cifra de 6.500 personas operadas de cataratas en la última década no comunican la alegría de conservarle la vista a los menores nacidos con opacidad congénita del cristalino, ni revelan el gozo de una anciana que puede ver de nuevo a sus hijos y nietos, pero eso es lo que hacemos a través de los Megaproyectos”.

“El paciente pobre que recibe este servicio pasa de ser una carga moral y económica para la sociedad y sus familiares inmediatos, a convertirse en un ente productivo capaz de resolver sus propias necesidades e incluso, de resolver las necesidades de quienes los rodean”, destacó Batlle.

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