Miles regresan a sus hogares tras histórico fuego en EU

Miles regresan a sus hogares tras histórico fuego en EU

LOS ALAMOS, Nuevo México, EE.UU. AP. Un poco de lluvia ayudó a los bomberos que luchan contra un gigantesco incendio forestal en el norte de Nuevo México, y las autoridades pudieron permitir por primera vez en una semana el regreso de unas 12,000 personas evacuadas de la ciudad de Los Alamos.

 Los habitantes llegaron a la ciudad ayer por la mañana, tocando cornetas y saludando a los bomberos mientras se corría la noticia de que se levantaron los cierres de la carretera que lleva a Los Alamos.

Los habitantes huyeron el lunes en tropel mientras el incendio se acercaba rápidamente a la ciudad y a un laboratorio nuclear.  “íGracias! íGracias! íGracias!”, gritó Amy Riehl, gerente asistente de un supermercado, al llegar a Los Alamos para ayudar a mantener la tienda abierta para los habitantes que regresaban.  Aunque ha terminado la amenaza contra Los Alamos y contra el más importante laboratorio de investigación nuclear del país, el enorme incendio aún amenaza sitios sagrados indígenas. 

Más de 1,600 bomberos trabajaban el fin de semana para detener el fuego de 458 kilómetros cuadrados (177 millas cuadradas) mientras quemaba la vegetación de un cañón en la reserva indígena Pueblo de Santa Clara y amenazaba con dirigirse a otros pueblos de la Meseta Pajarito.  Las autoridades dijeron que el fuego, que ayer cumplió ocho días, ha sido impulsado por una temporada excepcionalmente seca en el suroeste del país, así como por vientos erráticos. Los bomberos han logrado contener el incendio en el Cañón de Los Alamos, varios kilómetros cuesta arriba del laboratorio federal, por lo que las autoridades se mostraron más confiadas de que ya no representa una amenaza.

Peligro

El incendio, el más grande en la historia de Nuevo México, llegó esta semana a la cuenca del Pueblo de Santa Clara, dañando una zona que la tribu considera como su lugar natal. Quemó 52 kilómetros cuadrados (20 millas cuadradas) de bosque tribal.  El jefe de operaciones de los bomberos Jerome MacDonald dijo que el fuego estaba a pocos kilómetros de las viviendas del acantilado Puye, de siglos de antigüedad y monumento histórico nacional.  Las tribus temen que las cabañas, los pueblos y las cuencas hidrográficas sean destruidas.  “También estuvimos orando de rodillas, pidiéndole al Creador en nuestra forma cultural que por favor nos perdonara, ’¿Qué hemos hecho?”’, dijo el alcalde del Pueblo de Santa Clara, Walter Dasheno.

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