Miles visitan los cementerios para rendir tributo a madres

Miles visitan los cementerios para rendir tributo a madres

POR YNDIRA CONCEPCIÓN
Ayer, Día de las Madres, cientos de dominicanos acudieron a los cementerios de Santo Domingo para rendir tributo a sus progenitoras que han partido; llevaron además de flores, escobas, “suapers” y pintura para remozar las tumbas de sus madres.

La tumba de doña Emma Balaguer, en el mausoleo de la Familia Balaguer en el cementerio Cristo Redentor, recibió visitas de algunas personalidades como la familia Guaroa Liranzo que le depositaron una corona de rosas con una cinta con los nombres de doña Emma, doña Rosa, doña Celia, doña Laíta, y a la señorita Chirita; de igual modo lo hizo la empresa Salco Importadores S.A. que les ofrendó orquídeas.

En el cementerio Cristo Redentor se veían personas de todas las edades y estratos sociales caminar entre las malezas para llegar hasta las tumbas de sus madres.

La asistencia a este camposanto disminuyó en comparación con el año anterior.

Juan Sebastián, quien visita la tumba de su familia desde hace cinco años, dijo que cada cierto tiempo viene a visitar a su madre, padre y un hermano para limpiar las tumbas.

“Yo siempre vengo a darle su vueltita; para el día de los muertos, para el día de la madre y del padre, porque uno no se puede descuidar en limpiarle la tumba porque si uno no se la limpia se tapan”, manifestó.

Se quejó de que el Ayuntamiento no limpia el camposanto como debe de ser.

La señora Mercedes Estévez visitó la tumba de su madre en el cementerio Cristo Redentor. La limpió y le encendió un velón.

Los camposantos de Cristo Rey y de la Máximo Gómez se observaron cantidad de personas que acudieron a rendir tributo a sus madres llevando velones y flores, además de utensilios para limpieza.

Niños y jóvenes que se dedican a limpiar tumbas por paga se lamentaron de que este año no les fue bien porque la gente casi no acudió a visitar a sus parientes por lo que no “picaron” casi nada.

Cobran entre 100 y 200 pesos por cortar la maleza de las tumbas y alrededores. El precio varía dependiendo de la altura de la hierba.

Las vendedoras de flores como Josefa Martínez, quien lleva 10 años vendiendo flores en el cementerio de Cristo Rey, explicó que “a esta hora (10:30 de la mañana) aquí no me quedaba casi nada de flores y mire como están, casi igualita, no se ha vendido casi nada, la gente ha perdido la tradición de visitar las tumbas de sus madres”.

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