Militar agarró muchacha por los cabellos, la obligó a hincarse y luego la mató

<P>Militar agarró muchacha por los cabellos, la obligó a hincarse y luego la mató</P>

Los testigos aseguran que   el cabo Neuras Villegas, Karla Féliz y Ángel Heredia eran vecinos que compartían las mismas miserias y precariedades en la ladera de un callejón.

El cabo del Ejército Neuras Villegas agarró a Karla Féliz Chevalier, de 15 años, por el pelo, la obligó a que se hincara e inmediatamente la mató de dos balazos en la cabeza, en un  incidente en el sector El Café, de Herrera, la madrugada del domingo, contaron testigos del hecho.  Se dijo que el matador era enemigo del esposo de la  muchacha.

Previamente había matado a Ángel Heredia Montes de Oca, de 22 años, luego de supuestamente sostener una riña por  una mujer. Según los vecinos, se enfrentaron a pedradas y después a tiros, lo  que sembró  pánico  en el sector,

Karla estaba embarazada y cursaba el segundo del bachillerato.

Los testigos aseguran que   el militar, Karla y Ángel eran vecinos que compartían las mismas miserias y precariedades en la ladera de un callejón. Los restos de la adolescente fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Redentor.

“Lo que se dice que el guardia andaba con una pistola ilegal de un hermano”, indicó Rafael Chevalier, abuelo de la menor.

Alberto Cepeda Ramírez (Buba), propietario de un colmado del sector, narró que escuchó cuando el militar  exigió a Karla que se hincara y luego oyó los disparos que acabaron con la vida de la joven.

No vendía drogas

Los vecinos negaron que Montes de Oca, tal como difundió la Policía, tuviera un punto de drogas,  porque no lo iba operar frente a su casucha.

Tras matarlo, Villegas bramaba que  el que  saliera  sería hombre muerto.

Todo peso de ley

El padre de Ángel Heredia Montes de Oca, Raúl Heredia, y el abuelo de Karla Féliz Chevalier, Rafael Chevalier, solicitaron que al cabo del Ejército Neuras Villegas se le aplique todo el peso de la ley por el doble crimen cometido la madrugada del domingo.

Con los ojos llorosos y la voz entrecortada, Chevalier dijo que espera que el caso se lleve a las últimas consecuencias y “que al matador se le imponga una condena de 30 años de prisión”.

Mientras  Raúl Heredia, residente en Duvergé, provincia Independencia, confía que el hecho sea esclarecido y que el militar sea condenado a 30 años de prisión.

La opinión de algunos vecinos del sector de El Café, de Herrera, es muy diferente sobre  la muerte de los dos jóvenes, que vivían uno al lado del otro.

“Ese tipo era un delincuente. Ese tipo está bien muerto, lo que me duele es la muchacha que estaba embarazada y  no tenía que ver con el caso”, dijo un vecino, que no quiso identificarse.

Una vecina dijo que “esa era un muchacha muy tranquila, no se metía con nadie”.

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