Militares constitucionalistas

Militares constitucionalistas

El presidente Leonel Fernández reintegró, ascendió y puso en retiro con disfrute de pensión a todos los militares y policías constitucionalistas que fueron separados de las filas castrenses por haber participado en la Revolución de Abril de 1965. La disposición del mandatario, contenida en los decretos 236-10 y 237-10, se hizo efectiva al conmemorarse el 45 aniversario de la Revolución de Abril de 1965. Así quedaron borradas todas las fichas y registros condenatorios de esos guerreros de la patria que no hicieron más que cumplir con el más elemental de sus deberes de soldado, el de defender la soberanía de su país.

Al final de un largo proceso de negociaciones, el gobierno constitucionalista del coronel Caamaño y una Comisión Ad Hoc de la Organización de Estados Americanos (OEA) suscribieron, el 31 de agosto de 1965, el Pacto Institucional, mediante el cual se le daba paso a un gobierno provisional encabezado por el doctor Héctor García Godoy que conduciría el país hasta la toma de posesión del Gobierno que resultara electo en las elecciones programadas a celebrarse en julio de 1966.

El Pacto Institucional contemplaba la reintegración de los militares constitucionalistas a las Fuerzas Armadas. Pero, una serie de hechos pronto dio a entender que el reingreso de esos soldados a las filas regulares no sería posible.

Al final del conflicto abrileño, los militares constitucionalistas fueron internados en el Campamento 27 de Febrero rodeado por tropas interventoras; los alistados y oficiales del banda caamañista que se presentaban a los cuarteles en procura de su integración eran apresados, y a diario, los medios de comunicación informaban de detenciones arbitrarias y de asesinatos a mansalva de soldados y oficiales constitucionalistas.

El 19 de enero de 1966 ocurrió lo del hotel Matún. Allí, soldados constitucionalistas, conducidos por el coronel Caamaño Deñó se enfrentaron a cielo descubierto a unidades regulares blindadas y de infantería procedentes de la base aérea de Santiago. Entre los regulares las bajas ascendieron a más de 200 y apenas tres en las de los constitucionalistas. El coronel constitucionalista Juan María Lora Fernández se contó entre los caídos.

Aunque en ocasiones lo eleva a la cima de la abnegación y el altruismo, la guerra despierta los instintos primitivos del hombre y lo transforma en fiera. Después de los sucesos del Matún, los más connotados militares constitucionalistas fueron alejados del suelo patrio y enviados a prestar servicios en el exterior. Los demás quedaron aquí a merced de lo que destino pudiera repararle.

¿Cómo pudieron los militares constitucionalistas que quedaron aquí incorporarse a la vida civil e integrase al mercado laboral?

Por su formación, los navegantes, los pilotos, los oficiales de administración y los oficiales de blindados no les fue difícil encontrar empleo en la marina mercante, en la aviación civil, en universidades, en el sector agrícola y en el de la construcción. Los demás, cuyo aprendizaje y entrenamiento militar ya no les servía para nada, pasaron las de Caín. Antes de concluir, quiero expresar, en primera persona, mi agradecimiento al presidente Leonel Fernández por su gesto a favor de todos nosotros los militares constitucionalistas. Señor presidente, muchas gracias.

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