SAMANÁ. Un drama de dolor e impotencia viven 38 familias de la comunidad Cueva de Agua, en Las Galeras, que el viernes fueron desalojadas violentamente de sus viviendas, destruidas con equipos pesados por un contingente militar, supuestamente bajo la orden del abogado del Estado. La situación provocó que ocuparan la Gobernación.
Los afectados, entre ellos niños y mujeres embarazadas, han quedado sin nada. Los más viejos nacieron y se criaron en el lugar hace unos 60 años, ocupando los terrenos en litis con el consentimiento de su propietario, Florentino Rodríguez de León.
El grupo ha recibido escasos alimentos y otras ayudas hasta tanto las autoridades definan su suerte.
Eladio Rodríguez, dirigente comunitario, explica que a los lugareños los tomaron por sorpresa, ya que en ningún momento les notificaron. Denunció que los militares, acompañados de civiles ajenos a la comunidad, llegaron fuertemente armados, ordenándoles sacar los ajuares en tono burlón y amenazante.
Las parcelas 101 y 102 del distrito catastral 7 de Samaná son las que figuran en medio de este conflicto, según manifiesta Rodríguez, quien asegura que hay acuerdos amigables firmados y depositados ante el abogado del Estado en Santiago y en San Francisco de Macorís.
La mitad de los sucesores Rodríguez cedieron el 50% de sus derechos a los ocupantes. Nunca han estado de acuerdo con el desalojo, pero tres sí y lo lograron sin el consentimiento de los demás, precisó.