El vicealmirante retirado Víctor Francisco García Alecont advirtió ayer que el narcotráfico, el crimen organizado, la corrupción, el lavado de activos, el sicariato, así como el soborno y el desfalco constituyen los peligros reales que están carcomiendo los simientos morales de la sociedad dominicana, de los que no está exenta la presente generación  militar.

En una conferencia que pronunció  en la Base Naval 27 de Febrero, de la Marina de Guerra, García Alecont sostuvo que esos peligros amenazan el cuerpo y el alma de la estructura moral de las instituciones y de la misma familia militar.

En la segunda parte de la conferencia, el exjefe de la Marina de Guerra hace una  reflexión que  titula “Criterio Personal”, en la que establece  la evolución generacional entre los hombres del mar, la devoción a la Virgen del Amparo, a la que los pescadores imploraban protección y buena pesca, los marinos mercantes por los buenos negocios y los marinos independentistas imploraban por los éxitos en sus incursiones patrióticas.

Mientras  los Marinos contemporáneos en el pasado reciente pedían por poder sobrevivir y por  las almas de las víctimas  durante el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial. “Pero ahora, en la actualidad, nuestros ruegos difieren a los de antaño y a los de nuestros antecesores, debido a que los tiempos han cambiados y los peligros que acechan a la familia marinera son diferentes y han ido aumentando” agregó

Dijo que en la actualidad no solo se trata de implorar a la virgen protectora  ante los posibles peligros de la naturaleza o de la temeridad de una odisea patriótica, o por el descanso eterno de los caídos en el cumplimiento de su deber. “Se trata de los peligros reales que están carcomiendo los mismos cimientos morales de la sociedad Dominicana y que no está exenta de estos  peligros la presente generación militar”, dijo.  

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La devoción

En la conferencia  “La Devoción Tradicional de los Marinos Dominicanos por la Virgen del Amparo”, García  reflexiona   y señala que el coraje, el sacrificio, la inmolación  y la honorabilidad requerida por la clase marina en todos los tiempos han estado motivados, soportados e influenciados, por una inquebrantable fe religiosa.