WASHINGTON. AFP. Estrés, síndrome post-traumático, cifras récord de suicidios… y a veces en sillas de ruedas: los veteranos de Irak y Afganistán sufren además de traumas que el Pentágono se esfuerza en detectar, a pesar del tabú que nubla todo lo vinculado al desamparo mental.
En el hospital militar Walter Reed, la ayuda psicológica forma parte de los cuidados prodigados a los heridos que vuelven de las zonas de combate, explicó el jefe del departamento psiquiátrico, el coronel John Bradley. «No esperamos que se declaren los desórdenes emocionales. A la llegada de los pacientes, buscamos signos precoces de síndromes post-traumáticos, lesiones cerebrales, depresión o dificultades para aceptar sus heridas», dado que algunos sufrieron amputaciones, afirmó Bradley. Algunas de las manifestaciones más corrientes del síndrome post-traumático son desórdenes del sueño.