Militarismo y guardismo no es seguridad ciudadana

Militarismo y guardismo no es seguridad ciudadana

Hemos fracasado en controlar la delincuencia, pero estamos a tiempo. Sorprende la ineficiencia de cientos de generales y coroneles; representantes del ministerio público y la judicatura. República Dominicana en homicidios por 100 mil, tasas de raterismo y porcientos de robos no ocupa los primeros lugares latinoamericanos; sin embargo la población en edad de trabajar creció con cifras muy bajas, por lo que la actual situación es considerada como grave epidemia y tragedia nacional.
Con un Decreto presidencial que fortalezca Barrio Seguro en su concepción original, la aceleración del sistema 911 en Santiago y el control riguroso de la circulación de motoristas y motoconchistas, se logra más impacto que aventurar a las calles miles de guardias y policías en uniformes camuflados de guerra, sin programa, ni normas institucionales claras.
Mientras el decreto controlará el transporte del crimen; la movilización de tropas es un acto de guerra riesgoso a calcular muy bien para calmar una opinión pública hastiada de la ineficiencia de las fuerzas públicas. Sobre todo cuando se sabe que miembros de la Policía y el Ejército participan en el crimen.
El militarismo pura y simple es una imprudencia política en un país que recibe más de 5 millones de turistas anuales que observarán en las calles, patrullas camufladas y equipadas con armas de guerra. Súmese ahí la gran cantidad de jóvenes entre 15 y 30 años de todos los estratos sociales que estudian de noche o buscan diversión en discotecas y centros comerciales.
En Santiago, las Federaciones de Juntas de Vecinos que trabajan con el Consejo Estratégico reclaman que Barrio Seguro se aplique en similares términos que lo implementaba la pasada gestión del Ministerio de Interior y Policía, sumando inteligentemente la participación de los Ayuntamientos. Santiago tiene dos ganancias tempranas en este proceso. Primero más de 50 entidades crearon el Consejo de Seguridad que posee un plan en ejecución; y segundo el Ministerio de la Presidencia y la Comisión de Proyectos Presidenciales iniciarán el Sistema 9-1-1.
Obsérvese que todas las investigaciones serias en seguridad ciudadana subrayan que: i) el ejemplo de las autoridades es la principal herramienta pedagógica de transformación; ii) las fuerzas del orden; ministerio público, judicatura y policía deben reestructurarse; iii) la planificación debe imponerse sobre la improvisación de campañas inmediatistas; y iv) debe asumirse que la vida misma es el máximo valor a proteger, no hay justificación alguna que amerite eliminarla.

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