Bogotá, (AP).- El gobierno dispuso el martes un vasto operativo militar para dar con el paradero de un gobernador provincial, secuestrado la víspera por presuntos miembros de las FARC, un plagio que reveló grietas en la dura y larga campaña oficial contra los grupos armados ilegales.
A su vez, el gobierno, por intermedio del ministro de Defensa Gabriel Silva, ofreció una recompensa equivalente a unos 500.000 dólares por datos que lleven a los secuestrados y a lograr la liberación de Luis Francisco Cuéllar, de 69 años, gobernador del departamento de Caquetá, tradicional bastión de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Una decena de hombres, vestidos con uniformes del ejército, mató al agente policial de guardia al frente de la casa del gobernador, colocó un petardo en la puerta causando destrozos de vidrios para penetrar en la residencia en la ciudad de Florencia, dijo Edilberto Ramón Endo, secretario de gobierno de Caquetá.
Los secuestradores sacaron a empujones al gobernador de su cuarto donde estaba con su esposa, Himelda Galindo, agregó Endo en entrevista telefónica con la AP. «Fue sacado en piyama porque se encontraba en su alcoba», aseguró.
La esposa del gobernador de inmediato se comunicó con las autoridades dando la versión de lo sucedido, añadió Endo.
El funcionario recordó que Cuéllar, un ganadero, antes de llegar al cargo en 2008, fue secuestrado cuatro veces desde los años 90 por las FARC en Caquetá y los rebeldes le exigieron dinero a cambio de su liberación. No aclaró cuánto dinero debió pagar.
«Nosotros solicitamos… que por favor se le respete la vida a esta persona que simplemente se ha dedicado a trabajar», indicó.
Según la policía, los secuestradores huyeron con el gobernador y en fuga hirieron a otros dos agentes policiales.
En Bogotá, Silva dijo a reporteros que en la zona de Caquetá disponían de suficientes unidades de ejército y policía «para enfrentar la situación». Silva reveló que desde hacía varias semanas manejaban datos de inteligencia sobre una posible acción de las FARC en Caquetá.
Aunque las FARC no se ha responsabilizado por el plagio, tanto para Endo como para analistas del conflicto parece no haber duda sobre su autoría.
«¨Qué otra fuerza tiene capacidad de hacer una operación así en Caquetá?. Sólo la fuerza pública y las FARC», dijo León Valencia, de la no gubernamental Corporación Nuevo Arco Iris, que analiza el conflicto interno colombiano.
Valencia explicó a la AP que con su acción los insurgentes buscan mostrar «que llegaron vivos al 2010 a pesar de lo que el gobierno del presidente Alvaro Uribe denomina como la ofensiva militar contra los grupos armados ilegales.
Valencia recordó que tradicionalmente las FARC a fines de año realizan ataques porque saben que son fechas en que se relaja la seguridad. Recordó también que el 21 de diciembre de 1997 atacaron un puesto militar en el cerro Patascoy, matando al menos una docena de militares y llevándose a otros secuestrados. Dos de esos militares siguen cautivos.
Un gobernador en ejercicio no era secuestrado desde al menos abril de 2002, cuando las FARC plagiaron al entonces gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria y a su asesor de paz y ex ministro de Defensa, Gilberto Echeverri. Fueron secuestrados cuando realizaban una caravana a pie en pro de la paz. Los dos murieron en mayo de 2003 durante un operativo de rescate oficial.
El vicepresidente Francisco Santos dijo a periodistas que «el terrorismo trata de utilizar estas acciones y sólo necesitan como se dice ‘coronar’ una para mandar el mensaje y tratar de encontrar fisuras» en las políticas del gobierno.
«Las FARC es una organización terrorista y lo único que les interesa es el terror», dijo Santos. «El único mensaje que ellos entienden es la fuerza legal del Estado».