LONDRES (AFP) .- Los millones de seguidores de Harry Potter en el mundo entero tienen por fin en sus manos  el séptimo y último volumen de las aventuras del joven hechicero, “Harry Potter and the Deathly Hallows”, que les revelará si su héroe sucumbe o triunfa sobre el mal.   

Pese a que en la Internet han circulado cientos de páginas del tomo final de la saga creada por la escocesa J. K. Rowlings, y que varios diarios europeos revelaron el viernes el final, ninguno del más de un centenar de jóvenes que espeban bajo la lluvia, frente a la librería Waterstone, en Piccadilly, en el centro de Londres, quería conocerlo.

   “Vade Retro, Satanás”, dijo una holandesa que se identificó sólo como La Hada, mientras trataba de protegerse de la fuerte lluvia bajo unas anchas alas color claro.

   “No puedo creer que tanta gente haya tratado de arruinarnos la fiesta”, dijo, expresándose “horripilada”ttttt de que páginas enteras del final, e incluso el epílogo, circulaban horas antes de la salida oficial en las librerías del mundo entero del séptimo y último tomo de las aventuras de Potter.

   Y eso, que jamás en la historia editorial ha habido una campaña de seguridad tan intensa para custodiar un libro.

   No se sabe ni tan siquiera dónde están las imprentas rodeadas de alambres de púas donde se imprimió el último tomo de la saga. Pero sí se sabe que a los empleados de las imprentas en Gran Bretaña y en Estados Unidos los registraron cuidadosamente a la salida y que los libros se transportaban en cajas cerradas con pesadas cadenas y en camiones vigilados vía satélite.

   Pero todas las millonarias medidas tomadas por la editorial británica Bloomsbury, y la estadounidense Scholastic, así como los ruegos de Rowling pidiendo que no se revelara el final, lograron impedir que cientos de ejemplares circulasen antes de la hora del embargo.

Harry Potter es uno de los libros más exitosos, igual  la película.